Aunque parezca extraño, hay veces en las que la luna llena puede verse y otras en las que no. Pero, ¿Por qué no siempre podemos ver esta luna? Lo cierto es que existe una explicación que podría revelar la verdad acerca de este fenómeno.

La luna tiene varias fases y una de estas es la luna llena, la cual se produce cuando dicho satélite, el Sol y el planeta Tierra, se alinean. No obstante, se trata de un ciclo lunar que no siempre puede verse. De hecho, solo puede apreciarse desde determinadas partes en el mundo y a veces no puede verse en su totalidad.

¿Por qué hay veces que no se ve la luna llena?

La luna llena es una de las fases lunares más hermosas de todas, se produce cuando la luna, la Tierra y el Sol, quedan alineados al mismo tiempo. Lo que, a su vez, genera un brillo muy particular que puede observarse desde distintas partes del mundo. Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando no se puede ver la luna llena en ciertas partes?

Antes de dar la explicación, es necesario conocer un poco más acerca del satélite terrestre que todos conocemos como luna. Dicho satélite cuenta con varios ciclos que se pueden ver en lo más alto del cielo en el transcurso de cada año.

Cada ciclo lunar es diferente, por lo que, además de poder contemplarlos, también permiten reflexionar un poco acerca de los sentimientos. Ya que la luna está, especialmente, relacionada con las emociones humanas, sobre todo, con la felicidad. No obstante, todo dependerá de la relación que tengan con Tierra, la atracción, la fuerza de gravedad e incluso, la rotación terrestre. Todos estos factores son necesarios para que pueda aparecer en lo que se conoce como la gran bóveda celeste nocturna.

Por otro lado, la luna es conocida por ser un objeto con características rocosas que carece tanta de atmósfera, como luz propia. De hecho, cuando miramos el cielo nocturno, lo que vemos es una parte del satélite que está recibiendo iluminación por parte del Sol. Aun así, hay ocasiones en las que es imposible verlo y esto tiene su explicación.

¿Cuál es la explicación acerca de este fenómeno?

Algunas personas creen que cuando hay luna llena, es el momento ideal para dar a luz, ya que esta es un ciclo lunar que puede traer luz a nuestras vidas. En este sentido, el universo nos ofrece ciertos momentos cíclicos, como por ejemplo, las estaciones del año. Las cuales suelen vincularse muy a menudo, con la luna, sobre todo, con la luna llena, una de las fases lunares más iluminadas.

Ahora bien, la luna siempre gira alrededor del planeta Tierra, al igual que el Sol, por lo que hay un momento en el que los tres se encuentran y proceden a alinearse. Una vez ocurre, se puede observar la cara, completamente iluminada del satélite desde la Tierra. A esta fase lunar se le conoce como luna llena y es la que se puede ver desde ciertas partes.

Por otra parte, dicho ciclo lunar tiene una duración de 29 días y 12 horas, se trata del tiempo requerido para que la misma fase lunar se repita otra vez. En otras palabras, para que la luna, el Sol y la Tierra, repitan la misma posición nuevamente. No obstante, el tiempo que la luna necesita para girar alrededor de la Tierra es un poco menor, para ser específicos, tarda unos 27 días y 7 horas.

La razón a esta diferencia entre ambos tiempos es que, mientras el satélite gira alrededor de la Tierra, esta última hace lo mismo, pero alrededor del Sol. Por lo tanto, es imposible que los dos ciclos puedan coincidir exactamente, ya que la Tierra se mantiene en movimiento. Siendo este el motivo principal por el que, hay ocasiones, en las que no puede verse la luna en todo su explendor en lo más alto del cielo.

¿Por qué ocurre exactamente?

Para entenderlo un poco mejor, basémonos en el siguiente ejemplo, la Tierra ya no gira alrededor de sí misma, mientras que la luna continúa haciendo sus giros. De producirse algo así, solamente, se podría ver la mitad de la fase lunar desde una posición específica del planeta Tierra.

En este sentido, podríamos observar como el satélite tarda, al menos, 14 días para poder atravesar el cielo, mientras sus ciclos durante el proceso. Pero, ¿qué pasaría si se observara desde el punto central de la cara de la luna que siempre se mantiene iluminada por el Sol? De ser así, solo se podría ver la luna en cuarto menguante asomándose por el horizonte. La fase se va sombreando mientras más se acerca a la posición en la que se encuentra el Sol en el cielo. Así como también, cómo vuelve a tener su brillo hasta pasar a la fase de cuarto creciente en el momento en el que se oculta una vez más en el horizonte.

Si nos ubicamos en una de las áreas en las que el Sol se mantuviera siempre próximo al horizonte, entonces se podría observar la luna en su ciclo de luna nueva cuando sale por el horizonte. Del mismo modo, se apreciaría su crecimiento hasta llegar a la otra parte del cielo en su ciclo de luna llena. No obstante, de ocurrir el caso contrario, es decir, que la luna se mantiene quieta y la Tierra continúa su movimiento de rotación. Entonces se observaría la misma fase lunar todo el tiempo, desde que se asoma hasta que se oculta nuevamente.

Todo dependerá del punto en el que la luna detenga su movimiento en este sencillo experimento imaginativo. Es decir, la luna podrá cambiar de un ciclo a otro, según la localización en la que detengamos el movimiento de la luna. En este caso, si la movemos hacia una dirección más cercana al Sol, la fase será de luna nueva y apenas podrá verse. Por otro lado, si la posición está más lejos del astro, entonces aparecerá la luna llena. Mientras que en puntos más intermedios se podrá ver la luna en su fase menguante o creciente.

Con este ejemplo, se da a entender que el cambio de las fases lunares dependerá del movimiento que tenga la Luna alrededor del planeta Tierra. En cambio, la rotación del planeta determinará si la luna puede o no verse en distintas horas y localizaciones.

La diferencia que existe entre los dos movimientos provoca que la luna haga su aparición entre aproximadamente, 30 y 60 minutos más tarde por día. Dicho contraste se debe a que la órbita de la luna es más elíptica, motivo por el que hay ocasiones, en las que el ciclo lunar puede adelantarse. También es la causa por la que puede retrasarse un poco, haciendo que la luna llena no pueda verse en lo más alto del cielo nocturno.

¿Cuáles son las fases lunares?

La luna llena no es la única fase que tiene el satélite, de hecho, existen diferentes fases lunares que se podrán ver según la posición de la Tierra, el Sol e incluso la propia luna. El ciclo lunar completo está compuesto por ocho fases lunares que aparecen siempre en un determinado orden.

Luna nueva

En esta fase, el satélite se posiciona entre el planeta Tierra y el Sol, por lo tanto, la mitad de la luna no es visible, ya que no está iluminada. De hecho, la luna nueva es casi invisible, solo puede apreciarse cuando coincide con la aparición de un eclipse solar.

Cuarto creciente

Mientras mayor se vuelve la superficie iluminada en el satélite, la luna pasa a una fase que se conoce como creciente. En este caso, menos de la mitad de la luna parece que estuviera llena.

Primer cuarto

A diferencia con la fase anterior, en el primer cuarto la mitad de la luna se mantiene iluminada, mientras que el porcentaje de la superficie iluminada continúa en creciendo.

Luna gibosa creciente

Se conoce como luna gibosa creciente a la fase donde la luna está un poco más llena de la mitad y la superficie iluminada sigue creciendo. El término “gibosa” es de origen latín y se traduce como “joroba”. Durante muchos siglos se ha usado dicho término para describir aquellas formas convexas o redondas.

Luna llena

Aparece cuando la luna está perfectamente alineada con la Tierra y el Sol, provocando que la cara del satélite se ilumine en su totalidad. Cuando aparece la luna llena, hay ocasiones en las que es posible disfrutar de eclipses lunares que pueden verse desde ciertas partes del mundo.

Luna gibosa menguante

Una vez se adentra en esta fase, más de la mitad de la superficie lunar se ilumina, no obstante, la parte iluminada que puede verse desde la Tierra, está decreciendo o menguando.

Último cuarto

Se trata de una fase en la que, solamente vuelve a iluminarse la mitad del satélite, sin embargo, la superficie que puede verse, empieza a disminuir.

Cuarto menguante

Por último, el cuarto menguante, la fase lunar que se acerca a la luna nueva y en la que el satélite se reduce, nuevamente, a un cuarto. En este caso, menos de la mitad de la superficie de la luna se mantiene iluminada.

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Fuentes: Ecoosfera, El destape web, National Geographic.