Las estrías, que tanto molestan estéticamente a hombres y mujeres, son cicatrices de la piel en forma de líneas irregulares, que se producen por el estiramiento de las capas medias e internas de la piel. Esto sucede, por ejemplo, en los embarazos, en el crecimiento durante la pubertad, o bien cuando sube y baja de peso rápidamente.

Por lo general, las estrías aparecen en las caderas, los muslos, el abdomen, las mamas, o los glúteos. Su tonalidad puede ser rojiza apenas surgen, o volverse blanca con el tiempo. También pueden estar ligeramente hundidas o tener una textura diferente a la de la piel.

Al ser más recientes, las de color rojo son más fáciles de tratar, ya que todavía hay circulación sanguínea en ellas. En estos casos pueden disminuir su tamaño o bien volverse imperceptibles. En el caso de las ya arraigadas los tratamientos ayudarán a reducir su aspecto, pero no las eliminarán, ya que se trata de una cicatriz ya formada.

Puedes aprender a tratar tus estrías de manera casera sin gastar mucho dinero y recurriendo a las propiedades naturales de distintos ingredientes que seguramente tengas en tu hogar.

Para el primer tratamiento solo necesitarás:

¿Cómo aplicarlo?

Frota el medio limón directamente sobre la zona en que tienes estrías, dándote un masaje circular por 10 minutos. Deja que la piel absorba naturalmente el jugo que se desprenda. Luego, aplica aceite de oliva y masajea bien hasta que absorba.

Nota: Procura hacer esto durante la noche. Déjalo actuar toda la noche y enjuágalo a la mañana siguiente.

Para el segundo tratamiento necesitarás:

¿Cómo prepararlo?

Pisa las uvas enteras. Añade una taza de yogur y aplica esa preparación sobre las estrías con un masaje circular. Déjalo actuar por 20 minutos y báñate.

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