No solo la agresión física se considera violencia,ciertas actitudes hacia los niños también puede lesionarlos psicológicamente ycausar daños a futuro. Saber cuáles son puede ayudarte a proteger a tus hijos, a relacionarte con los niños, o bien, a entender algunas cosas sobre tu propia personalidad, reflexionando sobre lo que te ha pasado a ti.   

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UNICEF señala que, aunque no se les ponga la mano encima, presenciar o escucharsituaciones violentas tiene efectospsicológicos negativos en los niños. Aunque no sean el objeto directo delas agresiones, padecen violencia psicológica, que es una forma de maltrato infantil y que la convención internacional delos derechos del niño, considera una forma de maltrato infantil y la recoge elartículo 19 como "violencia mental".

Losniños que crecen dentro de la violencia, viven en la violencia, crecen creyendoque la violencia es una pauta de relación normal entre adultos, así lo explicala ONG Children.

¿Qué tipos de violencia psicológica pueden sufrir los niños, o podemos haber sufrido nosotros mismos en la infancia? 

Humillación

Cuandoalguien humilla a un niño delante de otros (o en privado), bombardea suautoestima de tal forma que el niño sesiente realmente miserable.

La humillación, cuando se hace además de formareiterada, puede anular por completo laautoestima del niño. Lahumillación puede hacerse mediante la crítica constante, los insultos, lasacusaciones falsas o inventadas, los comentarios despectivos... Es la violencia favorita de los niños queejercen bullying sobre otro. Basan sus ataques en la humillación, en loscomentarios despectivos en público. Buscan aniquilar la autoestima de suvíctima. Para evitarlo:

-Piensa muy bien antes de acusarle de algo, asegúrate de que eres justo en tuacusación.
-No hagas comentarios despectivos sobre él.
- No le compares con otros.
-No le critiques constantemente por algo que no hace bien. 

El "lavado de cerebro"


Esto no es algo que pase solo en la televisión, o en autoritarismos políticos y sectas religiosas. Se puede dar entre los niños en su propia casa. Se da en los casosen los que los propios padres del niño (o puede ser otro adulto) pone en dudala salud psicológica del pequeño. Sonlos adultos los que piensan que el niño tiene un problema mental o decomportamiento, aunque no sea cierto, y le tratan como tal.

Lo queconsiguen en este caso es generar ansiedad y confusión en el niño. Padres, porejemplo, que piensan que su hijo es hiperactivo cuando no lo es, y le tratancomo tal, cuando su hijo solo está nervioso. Consiguen que él mismo terminecreyendo que tiene ese problema. 

El aislamiento

Lafase más extrema de la sobreprotección pasa por el control absoluto del niño.Son padres que escogen qué puede y no hacer su hijo en todo momento. Cuándopuede ver a sus amigos y cuándo no puede verles, cuándo puede ver a susfamiliares. Tienden a prohibir a sus hijos el contacto con otros niños eincluso con su familia.

Deesta forma, el niño depende en exclusiva de sus padres. Con esto, los padres anulan la autonomía y libertaddel niño y le 'encierran' en su hogar, creando para él un mundo paralelo alde la realidad. 

¿Quépodemos hacer para evitar esto? Tomar conciencia sobre nuestras acciones.