La vida actual nos insta a estar atentos a distintosestímulos durante todo el día. Estos, sin saberlo, pueden estar perjudicando nuestrocerebro y su correcto funcionamiento. 

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 Estos son algunosde nuestros errores diarios más comunes que afectan nuestra inteligencia:


1. Consumir grasas saturadas 

Todas las recomendaciones nutricionales aconsejan limitar el consumo de grasa saturada. Las grasas saturadas son sintetizadas por el organismo y por tanto no se necesita una ingesta mínima con la dieta.

Existe una relación directa entre el consumo de grasas saturadas y los niveles de LDL colesterol en sangre (también llamado “colesterol malo”).

Adicionalmente, existe evidencia científica de que disminuyendo el consumo de productos ricos en grasas saturadas, sustituyendo éstos por productos ricos en ácidos grasos poliinsaturados (sin cambiar la ingesta total de grasas), disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular. Por ello, EFSA (Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos) establece que la ingesta de ácidos grasos saturados debe ser lo más baja posible  en el contexto de una dieta adecuada. La FAO recomienda una ingesta media inferior al 10% de la energía diaria total.   

2. Muchas actividades al mismo tiempo
 

Según la APA (American Psychological Association):
Hacer más de una tarea a la vez, especialmente más de una tarea compleja, afecta la productividad. Aunque eso no debería sorprenderte si hablaste por teléfono mientras revisabas un correo electrónico o hablaste por celular mientras conducías.

Los psicólogos que estudian lo que sucede con la cognición (procesos mentales) cuando las personas intentan realizar más de una tarea a la vez han descubierto que la mente y el cerebro no están diseñados para tareas múltiples complejas.

Los expertos tienden a comparar el trabajo con la coreografía o el control del tráfico aéreo, señalando que en estas operaciones, como en otras, la sobrecarga mental puede provocar una catástrofe.

3. Mirar televisiónhabitualmente

Investigadoresde la Universidad de Tohokuestudiaron a 276 niños de entre 5 y 18 años que veían entre cero y cuatro horasde televisión al día. Descubrieron que aquellosque veían más televisión experimentaron mayores alteraciones en la estructura desu cerebro y exhibieron un coeficiente de inteligencia más bajo.

Através de imágenes de resonancia magnética de los cerebros de los niños, los investigadores descubrieron que losniños que veían más televisión tenían más materia gris en el área en la partefrontal del lóbulo frontal, pero se correlacionaba con un coeficiente deinteligencia más bajo

4. Interrumpir el patrón desueño

Segúnla APA, el sueño es esencial para lasalud y el bienestar de una persona. Sin embargo, millones de personas no duermen lo suficiente y muchas sufren de faltade sueño.

Porejemplo, las encuestas realizadas por la NSF (1999-2004) revelan que al menos 40 millones de estadounidensessufren de más de 70 trastornos del sueño diferentes y el 60 por ciento delos adultos informan tener problemas para dormir algunas noches a la semana omás. La mayoría de las personas conestos problemas no son diagnosticadas ni tratadas.

Enla edición de agosto de 2004 de la revista Sleep,el Dr. Timothy Roehrs, el Director de investigación del Centro de Trastornos del Sueño e Investigación del Hospital Henry Forden Detroit publicó uno de los primerosestudios para medir el efecto de la somnolencia en la toma de decisiones y laasunción de riesgos. Descubrió que la somnolencia afecta la toma efectiva dedecisiones.

ElDr. Roehrs y sus colegas dieron a los sujetos soñolientos y personas alertaspara completar una serie de tareas informáticas. En momentos aleatorios, se lesdio la opción de tomar su dinero y detenerse. O podrían seguir adelante con elpotencial de ganar más dinero o perderlo todo si su trabajo no se completara enun tiempo determinado.

Losinvestigadores descubrieron que las personas alertas eran muy sensibles a lacantidad de trabajo que necesitaban para terminar las tareas y entendían elriesgo de perder su dinero si no lo hacían. Pero los sujetos somnolientos optaron por abandonar las tareasprematuramente o se arriesgaron a perder todo tratando de terminar la tarea pormás dinero, incluso cuando era 100 por ciento probable que no pudieranterminar.

5. Altos niveles de estrés

Elsistema nervioso tiene varias divisiones: la división central que involucra elcerebro y la médula espinal y la división periférica que consiste en lossistemas nerviosos autónomo y somático. Elsistema nervioso autónomo (ANS) tiene un papel directo en la respuesta físicaal estrés y se divide en el sistema nervioso simpático (SNS) y el sistemanervioso parasimpático (PNS). Así lo plantea la APA.

Cuandoel cuerpo está estresado, el SNS genera lo que se conoce como la respuesta de"lucha o huida". El cuerpodesplaza todos sus recursos energéticos para luchar contra una amenaza de vidao huir de un enemigo. El SNS le indica a las glándulas suprarrenales queliberen hormonas llamadas adrenalina y cortisol. Estas hormonas hacen que elcorazón lata más rápido, la tasa de respiración aumenta, los vasos sanguíneosen los brazos y las piernas se dilatan, el proceso digestivo cambia y losniveles de glucosa (energía azucarada) en el torrente sanguíneo aumentan para hacer frente a la emergencia.

Larespuesta del SNS es bastante repentina para preparar al cuerpo para respondera una situación de emergencia o estrés agudo. Una vez que la crisis termina, elcuerpo generalmente regresa al estado anterior a la emergencia, sin estrés.

Elestrés crónico, que experimenta factoresde estrés durante un período prolongado de tiempo, puede dar lugar a undrenaje a largo plazo en el cuerpo. Amedida que el SNS continúa desencadenando reacciones físicas, provoca undesgaste en el cuerpo. No es tantolo que el estrés crónico le ocasiona al sistema nervioso, sino lo que laactivación continua del sistema nervioso hace a otros sistemas corporales quese vuelven problemáticos

6. Consumir mucha azúcar


Comerazúcar le da al cerebro una enorme oleada de sustancia química para sentirsebien llamada dopamina, lo que explica por qué es más probable que anheles unabarra de chocolate a las 3 p.m. que una manzana o una zanahoria.

Debidoa que los alimentos integrales como las frutas y verduras no causan que elcerebro libere tanta dopamina, tucerebro comienza a necesitar más y más azúcar para obtener la misma sensaciónde placer. Esto causa esos sentimientos de "tengo que comerlo" paraun helado después de la cena que son tan difíciles de controlar.

Lasgolosinas o las galletas ocasionales pueden provocarte una explosión rápida deenergía (o "nivel alto de azúcar") elevando rápidamente los nivelesde azúcar en la sangre. Cuando tusniveles disminuyen a medida que tus células absorben el azúcar, es posible que tesientas nervioso y ansioso (por ejemplo, el temido "choque deazúcar").

Perosi consumes dulces con demasiada frecuencia, el azúcar comienza a tener unefecto en tu estado de ánimo más allá de las 3 p.m. Los estudios han relacionado un alto consumo de azúcar con un mayorriesgo de depresión en los adultos.