El estrés, además de afectarnos psicológicamente,también nos afecta físicamente, causando incluso daños severos a nuestroorganismo.  Culturas milenarias, como la asiática, han desarrollado mecanismos dedefensa para que el organismo se defienda de las consecuencias que pueda causar.

Pero en occidente, solemos caer una y otra vez en lo mismo: ¿a cuántas personas conoces a las que jamás les duela la espalda? Desde que el hombre se ha erguido sobre sus dos patas traseras, el peso ha sido demasiado para su columna. Y desde que la presión psicológica y social se convirtió en una especie de mochila imaginaria que siempre llevamos puesta, las cosas no han hecho más que empeorar.

Segúnla American Psycological Association,el estrés agudo puede causar “Problemas musculares que incluyen dolores decabeza tensos, dolor de espalda, dolor en la mandíbula y las tensiones muscularesque derivan en desgarro muscular y problemas en tendones y ligamentos”.

Eso no es broma, y de hecho, cada condición psicológica repercute sobre la espalda y la columna de manera distinta: ¿alguna vez creíste que alguien estaba triste con sólo ver su forma de caminar? Es que las emociones repercuten en cada movimiento de nuestro cuerpo.

Los síntomas más usuales:


Posibles factores

SegúnMayo Clinic algunos de los factores que interfieren en el dolor de espalda son:

Edad
El dolor de espalda es más común a medida que aumenta la edad, y comienza alrededor de los 30 o 40 años.

Falta de ejercicio
Los músculos débiles y no usados de la espalda podrían causar dolor de espalda.

Sobrepeso
Cargar demasiado peso hace que la espalda haga más esfuerzo.

Enfermedades
 Algunos tipos de artritis y de cáncer pueden causar dolor de espalda.

Levantar objetos de forma inadecuada

Usar la espalda en vez de las piernas puede ocasionar dolor de espalda.

Trastornos psicológicos
Las personas propensas a la depresión y a la ansiedad parecen tener un mayor riesgo de sufrir dolor de espalda.

Fumar
El tabaquismo puede impedir que el organismo lleve los nutrientes necesarios a los discos de la espalda.