Los antibióticos son unas de las medicinas más comunes. Pero cuando tenemos una afección causada por virus o bacteria, es bueno saber también de qué manera natural es posible tratarla.

Este antibiótico natural nos puede ayudar a combatir diferentes patógenos al mismo tiempo y tiene la ventaja de no presentar reacciones alérgicas ni efectos secundarios en el organismo.

La plata coloidal es un gran antibiótico natural con la capacidad de eliminar virus, bacterias, hongos y parásitos.
Se trata de un suplemento mineral que mata todos los microorganismos que generan enfermedades y por ello es tan poderoso.

Su utilización se remonta a la antigua Grecia y Roma, donde se sabía que este material inhibía el desarrollo de microorganismos capaces de estropear las bebidas y los alimentos. También se la emplea desde hace siglos en la Medicina Tradicional China y el Ayurveda, para prevenir o tratar infecciones, y en pacientes afectados por alguna dolencia o debilitados por la edad. 

La plata se ha utilizado durante miles de años en diferentes formas por sus beneficios para la salud. A lo largo de la Edad Media ,por ejemplo, también los ricos daban sus cucharas de plata a los niños para que las chuparan, a fin de evitar enfermedades.

Hace 2300 años, Alejandro Magno inspeccionaba el campo de batalla y bebía agua potable de cuencos de plata. No conocía nada acerca de las bacterias, pero sabía que los recipientes de plata tenían una forma aparentemente milagrosa de mantener el agua fresca y sana.

La Plata Coloidal pura sigue siendo el antibiótico y el anti-viral más completo y potente conocido, el único que es realmente seguro para el consumo humano. Mata a los virus, hongos y parásitos en los casos en que éstos viven en relación simbiótica con un agente bacteriano. Esto es sorprendentemente común, especialmente en el caso de los parásitos transmitidos por la sangre, tales como la enfermedad de Lyme.

A pesar de que actualmente la plata está etiquetada como medicina alternativa, en su tiempo fue ampliamente utilizada en hospitales como primer antiséptico y antibiótico.
Todavía se utiliza en los centros de quemados de los hospitales por su increíble capacidad para curar las quemaduras más rápidamente que los esteroides.

Desde inicios del siglo XX se sabe que no hay bacteria, levadura, microbio o virus que pueda sobrevivir con el contacto de la plata (aunque sea solo una partícula). Este metal aniquila cualquier microorganismo patógeno en minutos.

En la actualidad los rusos la utilizan para esterilizar el agua reciclada a bordo de las estaciones espaciales y la NASA eligió un sistema de tratamiento de aguas a base de plata coloidal para el shuttle o taxi espacial.

La plata coloidal se obtiene a través de un proceso llamado electrolisis que combina dicho material con agua destilada. El resultado es uno de los antibióticos más potentes que existen. Por ello se usa para reforzar el sistema inmunitario y evitar la aparición de ciertas enfermedades como la gripe o incluso las relacionadas a la inmunodeficiencia, como el VIH o el herpes.

También aumenta el fluido y drenaje linfático retirando las toxinas de los tejidos, mejorando la oxigenación celular y permitiendo un mejor flujo de energía por todo el cuerpo. Por este motivo se emplea tanto para la prevención como para la curación y la regeneración.

Está comprobado que la plata coloidal no genera costumbre ni resistencia por parte de los virus y bacterias, como sí sucede con los fármacos actuales. Además, puede actuar en todo el cuerpo y atacar diferentes patógenos al mismo tiempo (los antibióticos que compramos en la farmacia solo pueden eliminar un puñado de estos microorganismos nada más).

Beneficios de la plata coloidal



Cómo utilizar la plata coloidal

La ingesta recomendada es de una gota por kilogramo de peso. Es decir que una persona que pesa 60 kg debe consumir, como máximo, 60 gotas al día, siempre disueltas en un vaso de agua y consumida en dos tomas.

Para mejorar la absorción de la plata coloidal es necesario mantener el líquido en la boca durante unos minutos antes de tragarlo. Se aconseja la ingesta con el estómago vacío y esperar media hora antes de comer. Al contrario que los antibióticos convencionales, no destruye la flora intestinal benéfica, ni afecta hígado o riñones.

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