Quizás alguna vez hayas reparado en el detalle de que las nervaduras de las hojas de las plantas y las imágenes del sistema circulatorio se parecen mucho

La estructura de celulosa que recorre las plantas por dentro no solo es similar a nuestro sistema circulatorio en el aspecto, sino también en la función. El agua y los nutrientes circulan por dentro de las plantas tal como la sangre lo hace por nuestras venas.

Esa similitud fue aprovechada por Científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison y de la Universidad de el Estado de Arkansas (Estados Unidos) para conseguir algo que suena extraño e increíble: utilizaron las hojas de espinaca para generar tejidos cardíacos, que son capaces de latir.

Los especialistas utilizaron hojas modificadas de este vegetal, a las que quitaron las partes blandas, como una estructura capaz de funcionar de forma similar al de un pequeño sistema circulatorio. Los doctores ya lograron que en su interior latieran células cardíacas. Eso significa que, en el futuro, estos tejidos podrán utilizarse en trasplantes y cirugías: servirían tanto para regenerar tejidos dañados, como para diseñar órganos artificiales.

Uno de los problemas más complejos a los que se enfrenta la bioingeniería, que intenta diseñar órganos y tejidos artificiales para curar enfermedades y heridas, es la alimentación de los tejidos

Las "tuberías" del cuerpo son realmente complejas y se ramifican hasta llegar a todas las células del cuerpo. Eso parecía imposible de imitar artificialmente, pero la idea de tomar prestados tejidos similares que ya están presentes en la naturaleza abre un nuevo abanico de posibilidades.

Desde el equipo encargado de la investigación, destacaron la importancia de los estudios interdisciplinarios para lograr un desarrollo como éste: "El proyecto habla de la importancia de la investigación interdisciplinaria", explicó en un comunicado Glenn Gaudette, investigador en el "Worcester Polytechnic Institute" (WPI) y coautor del estudio. "Cuando un equipo de expertos en diferentes disciplinas aborda un problema desde diferentes perspectivas, aparecen nuevas soluciones".

En este caso, fue necesario que expertos en biología vegetal, medicina e ingeniería biológica trabajaran en conjunto. Aunque éstas son aún investigaciones preliminares, ver los tejidos vegetales latiendo, y la sangre corriendo por esas finas y transparentes venas, es impresionante y a la vez alentador.

En el siguiente video puedes ver cómo trabajó el equipo para llegar a este resultado.