Quizás nunca hayas oído hablar sobre alergia o intolerancia a la carne, pero es algo que existe. No solo hay personas que dejan de consumirla por motivos éticos, amor a los animales o porque prefieren alimentar su cuerpo solo con vegetales, sino que hay quienes la carne no les sienta nada bien.

Recientemente, se ha descubierto una causa antes desconocida de esa intolerancia: la picadura de una garrapata. Se trata de la  Amblyomma americanum, que al picar puede introducir en el organismo la galactosa-alfa-1,3-galactosa, un carbohidrato que podría provocarte alergia a la carne.

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Esta molécula se extiende mediante la picadura de la garrapata y, una vez que ésta pica, el sistema inmune de nuestro cuerpo se reconfigura.

¿Porqué produce alergia a la carne?

Cuando una garrapata, en un bosque o zona rural, pica a un mamífero o una vaca, y luego a un humano, activa el sistema inmune de este último. Esta garrapata se encuentra más comunmente en el hemisferio norte y el Caribe.

Si la garrapata transmite también el carbohidrato alfa-gal, entonces el cuerpo comenzará a desarrollar una respuesta inmune hacia él. Esa molécula está presente en la carne animal, por eso, cuando la persona la consuma, experimentará síntomas.

Las molestias que pueden aparecer son: sarpullidos, dificultad respiratoria, vómitos y diarrea. Las personas no suelen darse cuenta hasta que se repite varias veces, y algunos pueden tardar años en sospechar a que se trata de intolerancia a la carne. 

Aumento de la incidencia

Esta alergia, que se da originalmente en el sureste de Estados Unidos, podría volverse más común en regiones del norte y del oeste a medida que experimentan temperaturas más cálidas.

Los casos de la enfermedad provocada por la garrapata han ido apareciendo en lugares tan al norte como Long Island, en Nueva York, y tan al oeste, como Minnesota.

La alergia por ahora tiene tratamiento para los efectos secundarios, pero no existe cura ni vacuna. Hasta el momento, se trata de una enfermedad rara. Pero los casos se están multiplicando: según médicos de los Centros de Control de Enfermedades en Estados Unidos, cuando antes tenían 50 pacientes con Alfa-fal, ahora tienen 2000. Y si las temperaturas continúan aumentando en todo el mundo, podría rápidamente expandirse.