¿Te ha pasado de sentir una revolución en tu estómago ante una situación que causa muchos nervios? Es normal, y tiene que ver con que las emociones y nuestro sistema digestivo están poderosamente conectados.

Muchas personas sienten dolor de estómago cuando están estresadas. Es un síntoma bastante natural, aunque hay otros relacionados con el sistema digestivo: están los que sienten ganas incontrolables de ir al baño, los que tienen un “nudo” en el estómago e incluso algunos que no pueden dejar de comer.

También es común que ante demasiado estrés sientas náuseas, diarrea, o estreñimiento.

Podríamos decir, entonces, que aunque el dolor de estómago es una de las reacciones más comunes, no es el único síntoma que une el sistema digestivo con el estrés.

Pero ¿Por qué ocurre esto?

El estómago como segundo cerebro

Las emociones y el estómago están muy relacionadas, y se ha llegado a decir que el tracto digestivo es como un segundo cerebro.

De hecho, se ha demostrado que contiene unas 100 millones de neuronas, lo que es más que toda la columna vertebral.

Además, existen vías nerviosas que conectan las áreas cerebrales vinculadas con las emociones y el sistema digestivo.

Por eso, cuando esa conexión se ve perturbada a causa de situaciones demasiado estresantes, presentamos síntomas gastrointestinales, como el dolor de estómago.

También en el tracto digestivo se almacena el 90% de serotonina del cuerpo, relacionada directamente con la felicidad y el bienestar.

Lo más llamativo es que estos procesos no se dan de forma lineal, sino que es un ida y vuelta constante. Es decir, que así como cuando nos sentimos nerviosos tenemos dolor de estómago, también una mala alimentación puede alterar nuestros nervios.

¿Cómo manejarlo?

Hasta ahora todo muy claro, pero… ¿Qué hago con el dolor de estómago cuando estoy nervioso?

Bueno, como hemos dicho, esto es un idea y vuelta entre tu cerebro y emociones y tu sistema digestivo. Entonces, estas son algunas cosas que puedes hacer para sentirte mejor:

El agua es el componente fundamental de tu cuerpo y es de gran ayuda para que tu sistema digestivo funcione correctamente. Así que estar bien hidratado puede mejorar tu digestión, calmar el dolor de estómago y reducir la ansiedad.

Cuando te sientes nervioso y estresado sueles respirar mal, como si estuvieras agitado. Es decir, que respiras con el pecho o las costillas. Al final, esto provoca una falta de oxigenación, que empeora los nervios y afecta, entre otras cosas, a tu digestión.

Entonces, en momentos de estrés cuando te duela el estómago, respira profundamente, haciendo que el aire llegue hasta tu panza y vuelva. Hazlo de forma lenta y consciente, y verás que poco a poco te sientes más relajado y también con menos molestias estomacales.

Ya lo hemos dicho, esto es un ida y vuelta entre tu cerebro y tu estómago. Si al estar estresado comes mal, sólo consigues empeorar la situación. Por ello, evita comer cosas que te caigan mal: alimentos procesados, comida chatarra, beber alcohol, etc.

Muchas personas ante la sensación de ansiedad tienden a sentir un deseo más fuerte de ingerir ese tipo de alimentos. Si es tu caso, recuerda beber mucha agua e intenta encontrar formas más inteligentes de calmar tu ansiedad.

Fuentes:

Muy Interesante

Clarín

Salud 180