Cuando las dos masas de tejidos de forma ovalada que se sitúan a ambos lados de la parte posterior de la garganta se inflaman, se le denomina amigdalitis. Los síntomas y signos de esta afección comprenden hinchazón de las amígdalas, dificultad para tragar, dolor de garganta, entre otros. Para realizar un tratamiento adecuado es necesario conocer primer las causas, por lo que es importante tener un diagnóstico preciso. Sobre todo porque existen diferentes tipos de infecciones relacionas con las amígdalas que no se tratan de igual forma.

La mayoría de las veces, la causa de la amigdalitis es la afección con un virus frecuente. Sin embargo las infecciones bacterianas también pueden generar este problema bucal, la más común es la Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A). Otras afecciones bacterianas como la faringitis también pueden causar inflamación en las amígdalas.

Esto se debe a que los órganos en cuestión son la primera línea de defensa del cuerpo contra los virus y bacterias que ingresan a la boca. Y esta función convierte a las amígdalas en especialmente vulnerables ante los microorganismos dañinos. No obstante, la función de ellas como protectoras del cuerpo disminuye cuando se entra en la pubertad, esta puede ser la razón de que existan pocos casos de esta enfermedad en adultos.

Síntomas de la amigdalitis

La enfermedad de amigdalitis afecta con mayor frecuencia a niños entre los 2 a 6 años y medianamente a los adolescentes. Entre los síntomas y signos más conocidos de la enfermedad se pueden mencionar los siguientes:

En niños muy pequeños que no son capaces de describir lo que experimentan, algunos de los síntomas que se pueden apreciar son los siguientes:

¿Cuándo acudir a un médico?

El momento de consultar al médico será cuando el niño o adolescente presente los siguientes síntomas, es importante obtener un diagnóstico exacto.

Llamar al médico cuando el afectado tiene: dolor de garganta con fiebre que no se alivia después de 24 o 48 horas. Cuando presenta dificultad para tragar junto con debilidad y fatiga.

Solicitar la atención médica inmediata si el afectado tiene: dificultad para respirar o dificultad extrema para tragar, babeo excesivo.

Tipos de amigdalitis

Esta enfermedad se origina directamente por la flora bacteriana bucal e indirectamente por diversas infecciones del organismo. De acuerdo a esto existen varios tipos de amigdalitis que cumplen con los síntomas anteriormente descritos y pueden ser más o menos graves.

Amigdalitis vírica

Es el tipo más frecuente cuyos síntomas suelen ser más leves. Comúnmente hace que la garganta se vea muy enrojecida, a veces con vesículas que pueden contener mocos, y en muchas ocasiones con fiebre y tos. Al ser víricas no se requiere tratamientos con antibióticos, ya que la evolución es benigna y se puede curar a los pocos días sin mayores complicaciones. Este tipo de infecciones son frecuentes en niños pequeños de 3 años.

Amigdalitis bacteriana

Representa solo el 30% de todas las infecciones relacionadas con la garganta. Este tipo de amigdalitis es excepcional en niños menores de 3 años. Se caracteriza por presentar fiebre elevada, intenso dolor de garganta, mal aliento y las famosas “placas de pus” sobre las amígdalas. En este caso si es necesario el uso de antibiótico que puede durar hasta 10 días.

Amigdalitis aguda

Este término habitualmente se refiere a la inflamación de las amígdalas palatinas que en ocasiones se extiende hasta los adenoides. La causa de este tipo de infección es el virus de Herpes simple, el virus Epstein Barr, o el Citomegalovirus, entre otros. Entre las complicaciones más frecuentes de la amigdalitis aguda se encuentra el absceso periamigdalino, el cual se manifiesta con: sialorrea, mal aliento, dolor severo de garganta y dificultad para abrir la boca.

Amigdalitis estreptocócica

Representa sólo una porción pequeña de los casos de afecciones en la garganta y se trata de una infección de tipo bacteriana. Si no se trata a tiempo puede desencadenar complicaciones como inflamación en los riñones y fiebre reumática que luego ocasiona dolor en las articulaciones. Aunque es una enfermedad que suele afectar a niños, también puede atacar a personas de cualquier edad. Entre los síntomas se muestran amígdalas enrojecidas e inflamadas con rastros de pus, ganglios del cuello inflamados, erupción cutánea y fiebre.

Tratamiento de la amigdalitis

El tratamiento de la amigdalitis dependerá del estado de gravedad en la que se encuentre infección, es así que, se presentan varias formas para dar alivio a la enfermedad.

Cuidados en casa

Indiferentemente si la inflamación en las amígdalas es causada por un virus o un bacteria, las estrategias de cuidado en casa pueden hacer que el paciente se sienta más acomodó y promover un mejor recuperación. De hecho, cuando se sospecha que la enfermedad ha sido causada por un virus, estas medidas son la única alternativa.

Es necesario de que el niño o la persona adulta duerma mucho, para que el cuerpo se encargue de hacer lo necesario en la pronto recuperación.

Es necesario que el paciente beba mucha agua para que la garganta se mantenga húmeda y así evitar la deshidratación.

Para aliviar el dolor de garganta, se puede puede preparar un vaso de agua tibia con 1/2 cucharada de sal de mesa. Se deben hacer las gárgaras y luego escupir la mezcla.

Antibióticos

Si amigdalitis que es causada por bacterias, el médico recomendará un serie de antibióticos. El tratamiento con antibióticos más común es la administración de penicilina por vía oral durante 10 días.

Cirugías

Para tratar la amigdalitis, frecuentes, crónica o la amigdalitis bacteriana que no responde al tratamiento con antibióticos, es necesario recurrir a la cirugía para extirpar las amígdalas. Esta decisión queda en manos de un especialista.

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