Tal vez nosepamos a dónde se dirige la humanidad, pero sí podemos recordar de dóndevenimos. Durante milenios, prácticamente el 100% del tiempo que la humanidad haexistido, lp ha pasado en ambientes naturales.

 Ahora se habla de una evoluciónacelerada debido a los avances tecnológicos, pero sin duda nuestros genes aúnestán condicionados a la existencia natural en la que se han desarrollado desdehace miles de años.  

Por eso nuestro camino con la naturaleza no debe parar, pero nos hemos alejado de éste y ahora, en un intento por recobrar esa esencia,  el Japón cada vez son más comunes los llamados “Shinrin Yoku” o “Baños forestales”.

Esta ancestral técnica proviene de Japón y es parte de la tradición del Sintoísmo, que busca conectar con los espíritus de la naturaleza.  

Un Shinrin yoku es esencialmente una caminata inmersiva en el bosque. No es trekking o senderismo, es decir, no se trata sólo de caminar por el bosque e impregnarte del verde que te rodea, sino de absorberlo a través de sus detalles.

En un baño de bosque tal vez necesites detenerte a sentir la textura de la corteza de un árbol, caminar durante varios minutos sólo para poder oler determinada flor o sentarte bajo la sombra de un árbol y escuchar la naturaleza a tu alrededor.  

Los Shinrin yoku son practicados por cerca de dos millones y medio de japoneses al año y la práctica se está esparciendo por todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos, donde se están formando guías que puedan darle la mejor experiencia a los visitantes de algunos bosques en ese país.

Beneficios físicos y espirituales

La terapia no es sólo mental y espiritual, estudios recientes demuestran que los baños forestales bajan la presión arterial, reducen el estrés, la incidencia de infartos y fortalecen el sistema inmunológico.  

Según el antropólogo japonés Yoshifumi Miyazaki, a través de estudios con más de 600 personas seconcluyó que ésta práctica puede reducir la hormona del estrés cortisol hasta un 12.4% y la incidencia de infartos en un 5.8%.

También dijo que, si no se puede ir a un bosque y encontrar un guía, intentar llevar a cabo el Shinrin yoku en un parque puede demostrar resultados similares.  

Durante milenios vivimos a la par de la naturaleza. Solo hace poco tiempo comenzamos a encerrarnos en urbes grises en las que el concreto y el acero son lo único que cubre nuestra vista. Regresa al origen, siente la textura, el sabor y el olor de la naturaleza puede ser la clave para conectar con nuestra esencia y sentirnos mejor.