Según la OMS, la leche materna es el mejor alimento para los bebés recién nacidos, y hasta al menos los seis meses, debería ser el único. Sin embargo, sostiene la organización, la falta de apoyo y contención hace que más del 60% de las madres no lleguen a los seis meses amamantando de manera exclusiva.

El apoyo a las madres y familias para que inicien y mantengan la lactancia materna podría salvar la vida de muchos pequeños, ya que es vital para el sistema inmunológico del bebé. Al igual que sucede con otros derechos de mamás y bebés, como el parto respetado, el cumplimiento de este derecho depende de toda la sociedad.

Por eso, una campaña que se está propagando por todo el planeta, surgida de la iniciativa de varios bares y restaurantes, propone invitar a las mujeres que quieran amamantar a sus hijos en el establecimiento a pasar sin permiso, tomar gratis algo fresco o caliente y retirarse cuando quieran.

La campaña surgió de manera instantanea, por la iniciativa desinteresada de los dueños de algunos de estos establecimientos, y gracias a ser compartida en las redes sociales fue replicada en muchos locales.

Muchas mujeres tienen que dejar de amamantar para volver al trabajo, y otras, que pasan tiempo fuera de su casa y quieren hacerlo en la calle, en un parque, en el transporte público o en un café, se encuentran con el rechazo de algunas personas.

En este sentido, la campaña es la respuesta a algunos casos que se difundieron en las redes sociales en los que las madres contaron sus malas experiencias al encontrarse con personas que les pedían que dejaran de amamantar en público, por considerarlo obsceno.

El mayor beneficio de la lactancia para los recién nacidos es que la leche materna aporta todos los nutrientes que los bebés necesitan para un desarrollo sano. Pero además, es inocua (es imposible que esté contaminada, como puede estarlo la leche de vaca), y contiene anticuerpos que ayudan a proteger al lactante de enfermedades frecuentes, como la diarrea y la neumonía, causas principales de mortalidad infantil en todo el mundo. La leche materna es la única con la "fórmula perfecta" para el bebé, y ninguna leche de otro animal o producida en laboratorio funcionará de la misma manera.

Además, la lactancia materna también beneficia a la madre. Es un método natural (aunque no totalmente seguro) de anticoncepción para después del parto, ya que las mujeres que amamantan no suelen menstruar, y además reduce el cáncer de mama u ovario y ayuda a la madre a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo, según la OMS.

A largo plazo, la lactancia materna contribuye a que los niños gocen de una buena salud durante toda la vida. Los adultos que de pequeños tuvieron lactancia materna suelen presentar una tensión arterial más baja, menos colesterol, menores tasas de sobrepeso, de obesidad y de diabetes de tipo 2.

La leche artificial, en cambio, no contiene los anticuerpos presentes en la leche de las madres, y conlleva riesgos como las enfermedades transmitidas por el agua que se utiliza para preparar leche en polvo. Además, la incorrecta disolución o el uso de demasiada agua pueden acabar produciendo una nutrición deficiente.

Difundir esta iniciativa es una forma de ayudar a que se siga replicando alrededor del mundo, además de una manera de contribuir a tomar conciencia sobre los beneficios y la importancia de la lactancia.

Si tienes un local de comidas, ¡no te cuesta nada hacerte parte de esta bella y generosa iniciativa!

Todos juntos podemos convertir este mundo en un lugar mejor para las nuevas generaciones; que están formadas por esos pequeños bebés que hoy tienen pocos meses de vida y necesitan alimentarse para crecer sanos y fuertes.