En algunos países en este momento es verano y muchas personas buscan refrescarse... ¡Como sea!

Sthepan Beese es, sin duda, uno de ellos. Este arquitecto utilizó un contenedor de basura que además ya había sido descartado para construir esta increíble piscina de diseño.

La transformación es asombrosa, y aunque sin dudas requirió de conocimientos de arquitectura y carpintería, es una idea que merece ser tenida en cuenta por quienes están por instalar una piscina en su casa. 

Una de las ventajas del diseño es que la piscina no está hundida en el suelo, es decir que no es necesario cavar un gran pozo. Sthepen realizó un orificio poco profundo con una excavadora y lo cubrió de gravilla.

El siguiente paso, y el más difícil, fue llevar el contenedor al lugar. Pero tampoco fue más complejo que trasladar una piscina de plástico o fibra de vidrio. Como puede verse en la foto, el contenedor estaba muy utilizado y no en muy buen estado, pero eso no fue un problema.

Como verán, no fue necesario enterrar el contenedor.

Luego llegó la hora de poner en juego el ingenio para lograr que el contenedor se volviera impermeable y suficientemente resistente para contener tantos litros de agua. La solución fue recubrirlo de una lona gruesa de color azul.

Finalmente llegó la hora de construir la estructura. Allí fue cuando este arquitecto debió aplicar todos sus conocimientos y demostró que sabía lo que hacía.

El diseño es muy sofisticado. Incluso tiene espacio para un sistema de filtrado, necesario en toda piscina para no derrochar más agua de la necesaria.

Más que una piscina, se construyó un verdadero espacio de descanso.

¡Y para los niños, un espacio de mucha diversión!