Bill Gates, el filántropo multimillonario fundador de Microsoft, reveló uno de los proyectos en los que ha estado trabajando en su fundación: el inodoro reinventado. Este retrete no requiere agua ni alcantarillas, y utiliza productos químicos para convertir los desechos humanos en fertilizantes.

"Más de la mitad de la población mundial no tiene el saneamiento seguro que necesita para llevar una vida saludable y productiva", dijo Gates al lanzar su invento.

La misión de Gates y la de su fundación benéfica es mejorar el saneamiento para los países que no tienen o no pueden permitirse construir la infraestructura de alcantarillado para eliminar los desechos.

Para resaltar la importancia del saneamiento seguro, Gates llevó consigo un frasco de heces durante su discurso. "Esta pequeña cantidad de heces podría contener hasta 200 billones de células de rotavirus, 20 billones de bacterias Shigella y 100.000 huevos de gusanos parásitos", dijo.

Un problema mundial de salud pública

Un saneamiento deficiente mata a casi 500.000 niños menores de cinco años anualmente y cuesta aproximadamente $223 mil millones al año en forma de mayores costos de salud y pérdida de productividad y salarios, de acuerdo con la Fundación Bill y Melinda Gates.

Las aguas residuales no tratadas también pueden afectar negativamente al ambiente. "Algunos de los desechos humanos no tratados se encuentran en letrinas de pozos sin revestimiento que contaminan el agua subterránea alrededor de las casas de las personas", dijo Gates en su discurso.

"Otros se recolectan manualmente, o en camiones, y se arrojan a campos cercanos o cuerpos de agua. Y algunos se recolectan en alcantarillas pero nunca reciben tratamiento”, agregó.

De acuerdo con Gates, “estamos lejos de la meta que el mundo estableció en 2015 de que todos usen un inodoro gestionado de forma segura". Como medida para avanzar en el saneamiento de desechos y protección de las aguas, la fundación de Gates y su esposa ha creado un inodoro que puede ser utilizado sin la necesidad de agua ni desagües.

Varios de estos "inodoros reinventados" han puesto a prueba en Durban, Sudáfrica. Este es un buen lugar para realizar las pruebas porque la ciudad está creciendo rápidamente y muchas personas no tienen un saneamiento moderno, lo que significa que, incluso si tienen acceso a un inodoro, los desechos pueden llegar al medio ambiente y producir enfermedades, según explicó Gates.

Afirmó que, si bien un baño típico necesita agua, muchos de los nuevos enfoques al saneamiento no requieren agua en absoluto, y algunos funcionan con energía solar en vez de electricidad.

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Fuente:

Reuters