La piel firme se puede alcanzar a través de la gelatina de oro, que desafía al colágeno en cápsulas. ¿es el nuevo botox natural? El secreto de belleza que divide a dermatólogos
En el mundo del cuidado de la piel, cada tanto surge una nueva promesa antiage. Esta vez, no se trata de una crema ni de un suero milagroso, sino de algo que se come: la gelatina de oro, un alimento que se volvió tendencia por su alto contenido de colágeno y su supuesta capacidad para reducir arrugas y mantener la piel firme y suave.
¿Qué es la gelatina de oro?
A diferencia de la gelatina convencional que solemos asociar con postres infantiles, la gelatina de oro es una versión más pura y concentrada, rica en colágeno hidrolizado. Se elabora a partir de tejidos animales, especialmente huesos y cartílagos, que al procesarse liberan este valioso compuesto natural.
El colágeno es fundamental para la elasticidad y firmeza de la piel, y a partir de los 25 años, su producción comienza a disminuir. Por eso, muchas personas buscan formas de reponerlo a través de suplementos, alimentos o tratamientos estéticos.
¿Cuáles son sus supuestos beneficios?
Según quienes la consumen a diario, la gelatina de oro ayuda a mejorar la textura de la piel, reducir líneas de expresión y fortalecer uñas y cabello. Incluso hay quienes aseguran que mejora la salud intestinal, lo que también se refleja en la piel.
Los beneficios más difundidos incluyen:
- Estimula la producción natural de colágeno
- Reduce la flacidez y mejora la elasticidad
- Disminuye la profundidad de las arrugas
- Hidrata desde adentro hacia afuera
- Mejora articulaciones y tejido conectivo
TE PUEDE INTERESAR- Alerta: dormir con el celular trae riesgos para la vista
¿Qué dicen los expertos?
Acá es donde surge la polémica. Algunos dermatólogos y nutricionistas señalan que el colágeno ingerido no siempre se absorbe de forma efectiva, y que sus efectos varían según el metabolismo de cada persona. Además, advierten que ningún alimento por sí solo puede reemplazar una buena rutina de cuidado facial o tratamientos médicos.
“No podemos esperar que una cucharada de gelatina actúe como el botox”, explica la doctora Mariana Olmedo, dermatóloga clínica. “Pero sí puede formar parte de un enfoque integral de cuidado de la piel, junto con una dieta balanceada y protección solar.”
¿Cómo se consume?
La gelatina de oro suele venir en polvo o láminas. Puede tomarse disuelta en agua caliente, en licuados, sopas o incluso como parte de recetas dulces. Algunas marcas la comercializan también como suplemento, en cápsulas o shots bebibles.
La dosis recomendada varía, pero generalmente se sugiere una o dos cucharadas al día para comenzar a notar efectos en la piel luego de varias semanas.
Ingredientes para preparar gelatina casera de huesos
- Huesos de pollo, res, cerdo o pescado (con médula y articulaciones preferiblemente)
- 1 cucharada de vinagre de manzana o jugo de limón
- Agua suficiente para cubrir los huesos
- Verduras opcionales: zanahorias, cebolla, apio
- Sal y especias al gusto
- 1 litro de jugo de fruta natural (fresa, kiwi u otra fruta rica en vitamina C)
- 30 gramos de gelatina sin sabor
Paso a paso para preparar gelatina casera rica en colágeno
1. Preparar los huesos
Precalienta el horno a 220 °C. Coloca los huesos en una bandeja y ásalos durante 20 a 30 minutos hasta que estén dorados. Esto potencia el sabor del caldo y ayuda a liberar más nutrientes.
2. Cocinar el caldo
En una olla grande, coloca los huesos y cúbrelos con agua. Añade una cucharada de vinagre de manzana o jugo de limón para facilitar la extracción de minerales. Lleva a ebullición y luego reduce el fuego al mínimo para cocinar lentamente: huesos de pollo: 8 a 12 horas, huesos de res o cerdo: 12 a 24 horas. Durante la primera hora, retira la espuma para obtener un caldo más claro y sabroso.
3. Enfriar y desgrasar
Cuela el caldo para eliminar huesos y verduras. Deja enfriar a temperatura ambiente y refrigera durante varias horas o toda la noche. Luego, retira la capa de grasa solidificada para un caldo más ligero y saludable.
4. Preparar la gelatina
Calienta un litro de jugo de fruta natural hasta que esté tibio. Hidrata 30 gramos de gelatina sin sabor en agua fría hasta que se esponje y mezcla con el jugo tibio hasta que se disuelva por completo. Puedes endulzar al gusto.
5. Montar la gelatina
Vierte el caldo colado en moldes individuales y agrega, si quieres, trozos de frutas frescas. Luego, vierte la mezcla de jugo y gelatina sin sabor encima. Lleva a la nevera por al menos cuatro horas hasta que la gelatina esté firme.