El mundo todavía avanza despacio en términos de igualdad: según el Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE, por sus siglas en inglés), si tomamos una escala del 1 al 100 donde 1 es la desigualdad absoluta y 100 el equilibrio perfecto entre hombres y mujeres, el promedio en la Unión Europea está en un 64,7.

¿Cuál es la principal deuda pendiente en términos de igualdad? El reparto de poder en términos de acceso a puestos de toma de decisiones. “Los hombres siguen dominando los consejos de las principales empresas y los bancos centrales a lo largo de la UE”, remarcó Virginia Langbakk, directora del EIGE.

Si nos trasladamos a América Latina, encontramos que en Argentina, por ejemplo, la situación no varía demasiado. Según un informe generado por Economía Femini(s)ta, además de tener una participación más restringida en el mercado de trabajo, en ese país las mujeres ocupadas encuentran más obstáculos para acceder a cargos jerárquicos. Mientras que un 8% de los ocupados varones tienen cargos de dirección o son jefes, solo un 5,5% de las ocupadas ejercen puestos de esas características.

España es uno de los países de la UE que más ha mejorado en el último tiempo. Aparece en la novena posición con 70,1 puntos, debajo de Suecia (83,6) y Dinamarca, con 77,5, las sociedades más igualitarias según el ranking. “Estamos avanzando en la dirección correcta, pero aún nos queda mucho para llegar a la meta”, señaló Langbakk.

Si bien la situación en España mejoró, todavía hay algunos aspectos concretos, como la gestión del tiempo que se dedica a los hijos o a la casa, o las diferencias económicas, en los que queda un largo camino por recorrer. En Europa, más de 7.7 millones de mujeres entre 20 y 64 años trabajan para hacerse cargo de familiares frente a casi medio millón de hombres, lo que agrava la brecha salarial y de pensiones.

En el caso de Argentina, las mujeres también son las que mayormente dedican parte de su tiempo al trabajo doméstico: del total de personas que realizan este tipo de tareas, un 75% son mujeres y un 25% son varones.

Dentro de las recomendaciones de la Comisión Europea para superar este último factor de desigualdad se encuentran el trabajo flexible, permisos iguales de maternidad y paternidad y la mejora de la red de escuelas infantiles.

“La brecha del cuidado es el principio del resto de las brechas”, aseguró a El País Ana Sofía Fernández, vicepresidenta del Lobby Europeo de Mujeres.

Fuentes

El País

Economía Femini(s)ta