El huracán más fuerte de 2025 pone al Caribe en alerta: Jamaica, Cuba y otras naciones del Caribe están en preocupación máxima por el paso del huracán Melissa, la tormenta más poderosa de 2025, que ya alcanzó la categoría 5 con vientos de más de 280 km/h.
Expertos la consideran la “tormenta del siglo” y un ejemplo del impacto del cambio climático sobre la intensidad de los huracanes.
Un huracán sin precedentes en el Caribe
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el huracán Melissa es el fenómeno más destructivo registrado hasta ahora en 2025. Jamaica será el primer país en recibir el golpe directo del ciclón, seguido por el sureste de Cuba y otras islas del Caribe, donde se esperan lluvias torrenciales, olas ciclónicas e inundaciones catastróficas.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos advirtió que el huracán ya dejó más de 50 000 personas sin electricidad y que millones podrían verse afectadas. Además, Unicef informó que 1.6 millones de niños están en riesgo en la región.
¿Qué significa que un huracán sea de categoría 5?
La escala Saffir-Simpson clasifica los huracanes del 1 al 5 según la velocidad de sus vientos. A partir de la categoría 3, el potencial destructivo es devastador. Un huracán de nivel 5 supera los 252 km/h, lo que puede dejar viviendas destruidas, cortes prolongados de electricidad y zonas inhabitables durante semanas o meses.
Sin embargo, los expertos advierten que la escala no mide otros riesgos mortales como marejadas ciclónicas, tornados o lluvias extremas, que pueden agravar aún más el impacto de la tormenta.
El vínculo entre el cambio climático y las “supertormentas”
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La OMM y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) coinciden en que el calentamiento global está intensificando los ciclones tropicales. Los océanos más cálidos actúan como “combustible” para estos fenómenos, provocando huracanes más rápidos, más lluviosos y con mayor capacidad destructiva.
El caso de Melissa es un ejemplo extremo: pasó de tormenta tropical a categoría 4 en menos de 24 horas, y continuó fortaleciéndose hasta alcanzar la categoría 5. Según la organización Climate Central, el huracán se formó sobre aguas 1.4 °C más cálidas que la media, un fenómeno 700 veces más probable por el cambio climático.
Una tendencia alarmante: los huracanes más potentes de los últimos años
Melissa no está sola. En los últimos años, huracanes como Milton (2024) en Estados Unidos o Otis (2023) en México han mostrado el mismo patrón de rápida intensificación, poniendo en evidencia una nueva era de “supertormentas” impulsadas por el calentamiento de los océanos.