En el año 2022, el Sol desató una de sus emisiones más intensas de plasma y campos magnéticos desde que comenzamos a observarlo de cerca. En medio de este fenómeno, la Sonda Solar Parker de la NASA navegó valientemente, capturando impresionantes imágenes y proporcionando a los científicos un tesoro de nuevos datos para entender la interacción entre el ardiente plasma solar y el polvo interplanetario circundante.

El video, publicado por científicos del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, revela una eyección de masa coronal (CME) de notable potencia. Las CME son colosales erupciones de plasma supercaliente que emergen de la atmósfera solar, compuestas por partículas cargadas que, si impactan contra la Tierra, pueden causar interferencias en las comunicaciones radio y otros disturbios.

La cámara Wide Field Imagery for Solar Probe (WISPR) de la sonda nos muestra la visión desde la nave espacial de esta espectacular CME. Lo que comienza como una serena vista del espacio profundo se transforma de repente en un resplandor brillante. Hebras de material solar atraviesan el campo de visión de la cámara, mientras la sonda cruza el plasma solar expulsado y las partículas de polvo cósmico.

Primera observación de la interacción de las CME con el polvo interplanetario

Este evento marcó la primera ocasión en que se ha podido observar la interacción entre una CME y el polvo interplanetario, las diminutas partículas flotantes en el espacio. La NASA ha comunicado que la CME atravesada por la sonda fue una de las más poderosas jamás registradas. Por fortuna, la Parker Solar Probe sobrevivió al encuentro y continuó recopilando datos cruciales, documentando este asombroso suceso en video. El análisis de los datos recabados por Parker se ha publicado en The Astrophysical Journal.

Este estudio resalta que la sonda Parker ha confirmado una teoría que se planteó hace dos décadas, la cual afirmaba que las CME recogen polvo a medida que avanzan, ionizándolo y alejándolo del Sol. Basándose en los datos obtenidos, los científicos concluyeron que esta eyección de masa coronal limpió el polvo interplanetario hasta una distancia de aproximadamente 9,66 millones de kilómetros del Sol.

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Guillermo Stenborg, astrofísico del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins y autor principal del estudio, expresó en el comunicado de la NASA:

"Estas interacciones entre las CME y el polvo se teorizaron hace dos décadas, pero no se habían observado hasta que la Parker Solar Probe demostró cómo una CME puede comportarse como una especie de aspiradora, eliminando el polvo de su trayectoria".

Polvo interplanetario

El polvo interplanetario es originado principalmente por la descomposición de cometas y colisiones entre asteroides. Su presencia es responsable de la aparición de meteoritos y de la luz zodiacal. Hasta ahora, la mayoría del desprendimiento de polvo cósmico ocurría cerca del Sol debido a la actividad de los cometas, pero parece que las CME contribuyen a distribuirlo de manera más uniforme por el espacio.

"Parker ha orbitado el Sol cuatro veces a la misma distancia, lo que nos ha permitido comparar muy bien los datos de una pasada a otra", explicó Stenborg. "Al eliminar las variaciones de brillo debidas a desplazamientos coronales y otros fenómenos, pudimos aislar las variaciones causadas por el agotamiento del polvo", agregó.

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La misión de la Sonda Solar Parker Solar Probe

La Sonda Solar Parker, diseñada específicamente para estudiar el Sol, es no solo la nave espacial más rápida en la historia, sino también la que puede acercarse más al Sol, llegando a menos de 6 millones de kilómetros de su superficie, y sobrevivir a semejante travesía, según la NASA. La sonda cuenta con un escudo térmico personalizado y un sistema autónomo que la protege de las radiaciones solares intensas.

Hasta la fecha, la sonda ha completado seis sobrevuelos al planeta Venus, el último de los cuales ocurrió el 21 de agosto. Su próximo sobrevuelo no está programado hasta noviembre de 2024. Hasta entonces, la sonda continuará orbitando alrededor del Sol, adquiriendo nuevos datos cruciales sobre nuestra estrella.

Fuente: DW.