Una persona puede tener una infinidad de lunares en su cuerpo, entre los cuales pueden haber lunares malignos y benignos. Pueden aparecer en todas partes del cuerpo y, afortunadamente, en su mayoría suelen ser inofensivos. También pueden ser muy distintos unos de los otros.

Sin embargo, cuando se trata de los lunares malignos, hay que tener en cuenta que son lunares peligrosos, y por eso es necesario estar muy atentos. Por este motivo te comentamos cómo diferenciar los lunares malignos de los benignos.

¿Qué son los lunares malignos?

Algunas personas sienten temor cuando observan un lunar rojo en su cuerpo. Entonces, antes de alarmarse primero hay que conocer qué son lunares malignos. Cuando se habla de los lunares peligrosos o lunares malignos, también conocidos como lunares cancerígenos, se hace referencia a los melanomas malignos.

Estos melanomas son tumores malignos que se desarrollan partiendo de los melanocitos, los cuales tienen como función principal producir la melanina que le da color a la piel. Pese a que los lunares malignos mayormente aparecen en la piel, es posible que aparezcan en los ojos. Así como también en la mucosa bucal, en los labios o hasta en la mucosa genital.

Antes de sentir temor por un lunar rojo, hay que tener en cuenta que los melanomas corresponden solo a un 5% de todos los tipos de cáncer piel que existen. Pero produce aproximadamente el 90% de las muertes que son atribuidas al cáncer de piel. Debido a esto que se debe identificar de manera precoz para así ofrecer un tratamiento con anticipación.

Lunares malignos

¿Cómo es la progresión de los lunares malignos?

La progresión de los lunares malignos ocurre de la siguiente manera:

Los melanocitos que se encuentran expuestos de forma crónica a la radiación ultravioleta van tomando mutaciones. Poco a poco estas mutaciones podrían desencadenar la aparición de un melanoma. Después de eso, las células de los lunares malignos podrían crecer de manera superficial y descontrolada. Hacia este punto ya es posible detectar un melanoma de manera precoz.

No obstante, si no se consultan estas células podrían invadir muy profundo la piel, en un procedimiento que posiblemente se demore unos meses. Por último, si las células llegan a alcanzar en torrente sanguíneo o linfático, probablemente ocurra una metástasis hacia otros órganos del cuerpo.

¿Qué síntomas trae aparejado un lunar maligno?

En las primeras fases de los lunares malignos, probablemente no se presente ningún síntoma. Es más, suelen ser muy parecidos a los lunares benignos. Por eso, entre los signos más importantes a los cuales hay que prestarles mucha atención, es a los cambios que estos lunares puedan tener.

Los dermatólogos normalmente recomiendan revisar la piel cada mes, con el fin de buscar lunares nuevos o alguna irregularidad. En caso de que se detecte algún cambio que se ha mantenido en el tiempo, es probable que se deba a algún tipo de cáncer de piel que sea incipiente.

¿Cómo es el ABCDE del melanoma?

El ABCDE del melanoma es una regla nemotécnica que les permite a las personas identificar los cambios que existen en los lunares y en las pecas. Los cuales podrían hacer referencia a la presencia de un melanoma.

A es para asimetría: Cuando la mitad de un lunar es completamente distinta a la otra.

B para el borde: Para identificar si el lunar cuenta con bordes que sean irregulares.

C es para el color: La lesión cuenta con distintos tonos de marrón o de negro, en ciertos casos posee manchas rojas, rosa, de color azul o blanco.

D para el diámetro: Los lunares cuentan con más de 6 milímetros de diámetro, pero los melanomas podrían ser más pequeños.

E para identificar la evolución: El lunar ha cambiado de tamaño, de color o de forma.

Es importante informar al dermatólogo acerca de cualquier signo que se vea con respecto al ABCDE. Si por ejemplo se detalla un cambio o la presencia de nuevas manchas en alguna parte de la piel, o que los lunares tengan una apariencia distinta, es fundamental consultar con un especialista.

Lunares malignos

Otros signos para identificar lunares malignos

Identificar la presencia de un posible lunar cancerígeno no es una tarea fácil, y no todos los lunares malignos siguen las reglas antes mencionadas. Algunos de los casos que entran en estas diferencias son:

Melanomas amelanótico: Son aquellos que no cuentan con un pigmento oscuro o no tienen melanina que le ofrece el color a la mayoría de los lunares en la piel. Estos lunares malignos pueden ser rojizos, rosáceos, blancos, colores claros, del color de la piel o incluso no tener color. Por cosas como esta es que son difíciles de reconocer y hasta un lunar rojo se podría confundir con estos. Afortunadamente, son casos bastante raros.

Melanoma letiginoso acral: Esta es la forma más habitual de lunares malignos en personas de color. Normalmente aparecen en lugares complicados de detectar. Bien sea debajo de las uñas de los pies o de las manos, en las plantas de los pies o en las palmas de las manos.

También es bueno tener presente algunos consejos que serán de gran ayuda para aprender a identificar a los lunares malignos. Estos pueden aparecer en situaciones como las siguientes:

Heridas que no se curan.

Hay una diseminación del pigmento negro o marrón, partiendo del borde de la mancha hasta la piel que la rodea.

Existen síntomas como la sensibilidad, el picor o incluso dolor sobre un lunar.

Aparecen algunos cambios en la parte superficial del lunar como por ejemplo una descamación, sangrado, supuración, o también puede aparecer una protuberancia o bulto.

Patito feo: un lunar diferente del resto puede ser un indicio

Se trata de un signo de gran utilidad que ayuda a identificar a los lunares malignos. Esta es una estrategia de reconocimiento que se basa en la definición de que la gran parte de los lunares en el cuerpo son parecidos entre sí. Mientras que en el caso de los melanomas destacan como si se tratara de patitos feos.

Practicar esta técnica no solo manifiesta lo importante que es comprobar la presencia de los lunares irregulares. Si no que además se compara cualquier mancha que se considere sospechosa con los lunares cercanos. Con el fin de determinar si posee una apariencia distinta a la de sus vecinos.

Esta clase de lesiones denominadas patitos feos o también llamadas lesiones atípicas, puede que sean más pequeñas, grandes, más oscuras o más claras, comparadas con los lunares cercanos. También son considerados patitos feos los lunares aislados que no cuentan con ningún lunar alrededor para comparar.

Lunares malignos

¿Es grave tener lunares malignos?

Todo depende. Los melanomas son lunares malignos que si son detectados en sus fases avanzadas podrían ser mortales. A pesar de esto, existe una tasa de supervivencia de un 99% si la enfermedad es detectada en las primeras fases.

La mejor manera de asegurarse de que algo como eso ocurra, es realizando un autoexamen de forma periódica en la piel. O en caso de tener demasiados lunares, realizando un control regular con un dermatólogo especialista.

¿Los melanomas provienen todos de los lunares?

Desde la infancia hasta llegar a los 40 años de edad, la piel produce entre unos 10 a unos 50 lunares, que son conjuntos de células pigmentadas conocidas como melanocitos. Generalmente, estos lunares resultan inofensivos. Pero existe un porcentaje que indica que algunos melanomas provienen de los lunares.

En el transcurso de estos últimos años se han observado diversos estudios que solo un 26% de los melanomas aparecen encima de los lunares. Realmente es raro que aparezca un melanoma de un lunar preexistente. En un estudio reciente se observó que para una persona de 20 años, el riesgo que existe de que un lunar se convierta en un melanoma a la edad de 80 años, es de un 0,03%.

Un dato como este es de gran importancia porque hay pacientes que piden retirarse los lunares para prevenir el riesgo de desarrollar un melanoma. No obstante, quitar los lunares de manera preventiva no disminuye las probabilidades de que se desarrolle un lunar maligno.

El problema existe cuando un melanoma empieza a desarrollarse y se parece bastante a un lunar común. Si se tienen muchos lunares y algunos de ellos tienen características que son atípicas, como en el caso de un lunar rojo, lo ideal es hacer un seguimiento con el dermatólogo.

¿Cuándo consultar con un dermatólogo?

Se debería acudir a un dermatólogo cuando se observe la presencia de una peca o de un lunar nuevo en la piel. Aparte de esto, es de gran importancia consultar con un especialista si se ha formado una herida que no se cura, a pesar de administrar un tratamiento. O también cuando cualquier lunar haya empezado a cambiar, bien sea hincharse, crecer o picar.

Así mismo, hay que asegurarse de identificar cualquier mancha, lesión o lunar, si cuenta con una apariencia que sea inusual siguiendo la regla ABCDE o del patito feo. Hay que asegurarse de mostrarle al dermatólogo cualquier zona que sea de preocupación y pedirle que observe las áreas que sean complicadas de ver.

Fuente: Sebastian Podlipnik, enfermeriaaps y clinicalascondes.