El sentido del tacto no es solo una sensación; es un componente vital en la formación y expansión de nuestros cerebros, influyendo en el crecimiento, el aprendizaje, la comunicación y la vida misma. Considerado el primer sentido en desarrollarse, su impacto es evidente desde la infancia. Investigaciones del Touch Research Institute de la Universidad de Miami revelan que, incluso en el útero, los bebés comienzan a desarrollar este sentido, explicando por qué reaccionan tan rápidamente al ser sostenidos al nacer.

  • Tocar para Crecer y Desarrollarse

Los estudios con niños prematuros resaltan la aceleración del crecimiento y desarrollo a través del tacto. La privación de contacto humano, especialmente en incubadoras, puede afectar negativamente el desarrollo cerebral. Masajes simples de 15 minutos diarios durante diez días mostraron resultados asombrosos: los niños prematuros ganaron un 47% más de peso y experimentaron menos episodios de apnea. Además, se dieron de alta una semana antes, reduciendo no solo los problemas de salud sino también los costos hospitalarios.

  • Importancia Histórica del Tacto

Desde el siglo XIII, la importancia del tacto en el desarrollo infantil se reconocía. Experimentos históricos, como el de Federico II en el Sacro Imperio Romano, destacaron la necesidad del contacto físico para el desarrollo del lenguaje y la supervivencia. Descubrimientos más recientes, como el estudio en orfanatos rumanos en la década de los noventa, evidencian que la carencia de estímulos táctiles y afecto físico afecta significativamente el desarrollo y la salud de los niños.

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Foto: Deposit Photos.
  • El Tacto como Antídoto contra la Violencia

Estudios interculturales sugieren que la cantidad y calidad del contacto humano en las primeras etapas de la vida impactan en el comportamiento social y emocional. Las sociedades con mayores muestras de afecto físico a los niños tienden a tener niveles de violencia adultos considerablemente menores. Esta conexión plantea la pregunta: ¿la falta de contacto físico contribuye a la disminución de las interacciones sociales y al aumento de la violencia en la edad adulta?

  • Neurociencia del Tacto

La neurociencia respalda la importancia del tacto al activar áreas cerebrales relacionadas con la empatía y la comprensión emocional. Tocar y ser tocado están intrínsecamente vinculados a nuestra capacidad para comprender las emociones de los demás y responder de manera empática.

En resumen, el acto de tocar y acariciar a nuestros bebés va más allá de una experiencia sensorial; es una herramienta crucial para su desarrollo físico, emocional y social. Estos gestos cotidianos no solo fortalecen el vínculo entre padres e hijos, sino que también sientan las bases para un crecimiento saludable y una sociedad menos violenta en el futuro.

Fuente: Muy Interesante