La mayoría de las veces romantizamos el pasado de una manera que no es justa. Creemos que las citas en los años cincuenta eran como un cuento moderno en el que un apuesto joven visitaba a una dama y todo era clasificación A, que un beso sellaba la noche y que poco después, esos adolescentes se entregaban al amor por vía del matrimonio y eran felices para siempre.

La realidad es que desde las cosas no eran así. Hombres y mujeres siempre han tenido las mismas virtudes y defectos, y pensar en otras épocas como un mejor tiempo no tiene nada que ver con la actitud, de la gente. Pero tal vez sí con la tecnología.

Parece que lo que realmente e puede añorar del pasado, hablando de una relación, es la falta de tecnología, en especial de redes sociales y mensajes instantáneos que permiten la comunicación inmediata con cualquier persona.

Falta de individualidad

Antes las parejas tenían cierto tiempo para verse, después iban a sus casas y hasta la próxima ocasión podrían hablar. Cuando el teléfono se convirtió en una opción, había adolescentes enganchados al aparato por horas, pero incluso ahí debían tener un descanso por el costo de la llamada o porque alguien más tenía que usarlo.

Ahora las parejas, sobre todo al comenzar, no dejan de hablar por mensajes, en redes sociales y más. Claro, compartir memes y decirse cuánto se quieren una infinidad de veces al día está bien por un tiempo, cualquiera en el pasado lo habría querido, pero después eso se convierte en una carga. Si uno no contesta tal vez molesta a otro. Incluso puede hacer que uno de los dos piense que al no hablar tanto la relación haya fracasado cuando es el curso natural de las cosas.

Incremento de celos

Las redes sociales implican estar mucho más conectados. Antes las amistades tenían que ser realmente fuertes para soportar el paso del tiempo. Hoy, podemos saber qué hacen todos nuestros compañeros de secundaria o preparatoria 10 años después. Esto incluye relaciones pasadas, amores nunca consumados y personas con las que puede existir cierta tensión que nunca es buena para la relación actual.

Aunque los celos son una cuestión de inseguridad personal, en todo el mundo se ha demostrado que las muchas relaciones actuales terminan por cosas que alguien encuentra en las redes sociales de su pareja.

Pérdida de interés

Hay un punto extremo en el que algunas parejas caen, terminan por interesarse más por lo que hay en sus teléfonos que por lo que tienen frente a ellos. Por eso muchas personas comienzan a pelear más o peor, dejan de comunicarse. Se trata de relaciones que tal vez desde antes estaban condenadas al fracaso y que tal vez en otra época nunca habrían estado juntas, pero los distractores de la actualidad son suficientes como para mantenerlos juntos a una distancia emocional considerable.

Falta de privacidad

Las redes sociales nos convierten en personas completamente públicas ante los ojos de nuestros conocidos, y si eres activo en ellas, la gente comienza a notar tus patrones y rutinas, sobre todo las personas más cercanas a ti. Las redes sociales han empujado a muchas relaciones sanas a obsesionarse con lo que sube su pareja, a localizarla a través de historias, fotografías y check in's.

Finalmente, esto también permite que todos sepan lo que pasa entre ustedes dos. Si pelean y alguien decide hacer un comentario al respecto, todo Internet se entera, la gente comienza a entrometerse en algo que pudo quedar entre ustedes y que pudieron resolver juntos, pero ahora ambos son bombardeados por otras personas que tal vez no conocen la historia completa, comprometiendo su relación sin que ustedes estén haciendo algo al respecto.

Tal vez el pasado no era tan increíble como lo imaginábamos, y las redes sociales han ayudado a muchas personas a encontrar el amor, pero también se han convertido en armas que apuntan al corazón de una relación.