Al momento de limpiar, solemos pensar que cuánto más rápido actúe el producto, mejor será la limpieza. Pero no reparamos en la cantidad de químicos que actúan para lograr "rapidez". 

Con esa lógica, compramos productos que, si bien parecieran brindar la solución más sencilla para quitar la suciedad de nuestro horno, pueden generar dermatitis alérgicas o trastornos respiratorios, entre otras complicaciones generadas por los componentes sintéticos o petroquímicos que contienen.  Además, al mezclarse con agua, terminan en los ríos y mares, generando un impacto poco visible en ese momento, pero muy negativo para el ambiente. Aquí compartimos un método simple y económico para que puedas quitar la suciedad del horno sin poner en riesgo tu salud ni dañar el planeta.

¡Toma nota!

Materiales necesarios

Para comenzar el preparado, necesitas: 

-Agua.
-Atomizador (puedes reutilizar alguno que ya no uses) 
-Un paño
-1/2 taza de bicarbonato de sodio
-Vinagre
-Un pequeño recipiente 
-Guantes de limpieza

Siempre que limpies, ten en cuenta las características de los dos componentes principales de este preparado: el vinagre se caracteriza por desinfectar, eliminar la grasa, remover manchas, quitar olores, actuar como bactericida, eliminar el óxido, entre otros múltiples usos. El bicarbonato de sodio, además, es recomendable para desodorizar ambientes y objetos, y tiene la ventaja de ser muy económico y accesible.

1. Parte interna

En primer lugar, quita las parrillas internas del horno. Luego, mezcla el bicarbonato de sodio con un poco de agua en un recipiente. De a poco sigue incorporando agua hasta obtener una pasta. Utilizando guantes de limpieza, extiende el preparado en la parte interior del horno, especialmente en las zonas con mayor suciedad. El bicarbonato de sodio tomará un color parduzco al frotarlo. Déjalo reposar durante una noche o por 12 horas continuas para que el bicarbonato de sodio pueda actuar correctamente. 

Al día siguiente, toma un paño húmedo y pásalo para quitar la mayor cantidad posible de la pasta seca. Luego, vierte una medida de vinagre en un atomizador y con ello rocía las superficies donde no hayas podido quitar el bicarbonato. Se formará una espuma. Con el paño húmedo quita la mezcla. Repite esto hasta que el horno quede totalmente limpio. Luego, enciéndelo a baja temperatura por alrededor de 15 minutos para que se seque correctamente. 

2. Ventana

Con el mismo preparado de bicarbonato y agua del paso anterior, aplica la pasta en toda la ventana del horno y luego de 30 minutos de reposo, retíralo con ayuda de un paño húmedo. 

Tu horno se verá alucinante con esta técnica. ¡Comprueba los resultados!