Sin duda los mandalas son una de las pinturas más bellas y coloridas con las que podemos decorar cualquier objeto o superficie. Pero más allá de su abanico de tonalidades tan llamativas, ¿sabemos qué es realmente un mandala?

Un mandala consiste en una forma circular con formas geométricas concéntricas que están organizadas en distintos niveles visuales. Las formas más usadas en ellos son círculos, cuadrados, rectángulos o triángulos, ya sea bi o tridimensionales. La palabra proviene del sánscrito y significa “círculo encantado”.

Espiritualmente, los mandalas respresentan un centro energético de equilibrio y purificación que puede contribuir a la transformación de la mente de quien lo realiza o medita sobre ellos.

Se cree que la creación de mandalas es una manera de potenciar la creatividad, serenar la mente y reconectarnos con nosotros mismos. Los círculos ayudan a centrarnos, a armonizarnos y a sentirnos en un estado de bienestar, ya que el diseño geométrico nos transmite equilibrio.

Su forma circular sigue la misma forma en que está organizado el universo, ya que la idea de círculo también implica entender el mundo como un todo, en el cual cada parte conforma una unidad mayor. Por eso, realizar mandalas también puede ayudarnos a reconectarnos con todo lo que nos rodea desde una mirada más comprensiva.

 pintar mandalas en piedras

Antes de comenzar debes saber que, para crear un mandala, lo primero que debes hacer es dejar fluir libremente la imaginación, la energía y la creatividad, sin intentar buscarle un significado racional. Debes dejar que los colores y las formas sean las que elijas intuitivamente, haciendo de tu mandala un verdadero reflejo de tu propio interior.

A la vez, es fundamental contar con unos minutos de contemplación y calma. Para eso, procúrate un espacio tranquilo y cómodo. Perfuma el ambiente con incienso, esencias o flores, y deja fluir tu energía.

El mandala tiene un esquema básico, formado por un círculo y cuatro puntos cardinales. Pero también puedes variar la base y reemplazar el círculo por otra figura geométrica, como un triángulo.  Para dibujarlo, comienza siempre con un punto en el centro y dibujar alrededor de él. 

Los colores que elijas, las formas, los trazos y el modo y la dirección de la pintura te sumergirán en tu estado de ánimo y en tu propio interior.

En esta nota aprenderás la técnica para pintar mandalas en piedras, pero también puedes hacerlos sobre papel, tela, o cualquier otra superficie.  Mira además la obra de esta artista que ha creado mandalas deslumbrantes debajo de los pies

Materiales

 pintar mandalas en piedras- materiales

- Piedras (elígelas lo más planas posibles)

- Pintura acrílica para superficies porosas

- Marcadores permanentes (para hacer los dibujos)

- Marcadores acrílicos opacos (para pintar los dibujos por dentro)

- Barniz vitrificador ultrabrillante para mantener los colores y brindarle a las piedras un acabado brillante

- Pincel plano

Procedimiento

 pintar mandalas en piedras - pintar las piedras

1. Pinta las piedras con la pintura acrílica del color base que más te guste. Procura hacerlo primero en uno de los frentes, y luego de aproximadamente una hora de secado, sobre el otro.

Déjalas reposar durante un día para que sequen completamente.

 pintar mandalas en piedras - dibujar

2. Al otro día, dibújalas con un marcador permanente del color que hayas elegido. Luego, utiliza los marcadores acrílicos opacos para pintar por dentro de los contornos, si así lo quieres en tu diseño. 

También puedes pintarlos con pintura acrílica y un pincel de trazo muy fino. 

 pintar mandalas en piedras- barniz

3. Por último, deja secar completamente durante un día, y aplica una capa de barniz para darle un acabado prolijo y brillante.

En este video podrás ver el paso a paso: 

¡Y listo! Ya tendrás tus propios mandalas en piedras para decorar, u obsequiar a quien más quieras.