Hablar de nuevas tendencias en la red es un trabajo extraño, pues las modas son tan efímeras que parece que lo que hoy es relevante, en tres semanas es obsoleto y se ve como algo lejano. Sin embargo, en muchos lugares, verás que hay algo que sigue creciendo, el ghosting.

Ghosting es la práctica de desaparecer de la vida de alguien sin ningún tipo de aviso, sobre todo alguien con quien la mayoría de la comunicación es a través de redes sociales y mensajes de texto.

Hay una razón por la que la gente hace ghosting que no debe ser una sorpresa y no debe justificarse bajo muchos argumentos: cuando una persona comienza a comportarse como acosadora, quiere toda la atención y comienza a tener actitudes manipulativas. A alguien así, el ghosting le puede afectar, pero sin duda no se le deben dar explicaciones y hay mucha lógica en el porqué lo sacaron de la vida de alguien.

¿Pero qué sucede con las personas que al parecer han hecho todo bien y aún así les hacen eso?

Lo opuesto al amor no es el odio, sino la indiferencia. Por eso, cuando alguien a quien queremos nos corta de su vida sin una razón ni un aviso, las consecuencias psicológicas pueden ser graves. Aunque el concepto es nuevo, la gente ha hecho ghosting desde hace mucho, al dejar de hablarle a alguien, dejar de contestar sus llamadas y evitar los sitios que tenían en común. Ahora, con las redes sociales, esas conversaciones por mensajes de texto han agravado el problema.

Al recibir este tratamiento, lo primero que afecta es el ego de las personas. Sienten que les faltaron al respeto y además, sienten que pierden su valor, como si fueran desechables en la vida de alguien que para ellos es indispensable.

Puede considerarse un evento traumático, pues sentimientos de amor y confianza se ven trastocados de tal forma que el afectado puede entrar en depresión y desesperación al no poder solucionar el problema con alguien que ya no está.

El ghosting puede activar los mismos receptores en el cerebro que provoca el dolor físico, incluso se han realizado estudios para demostrar que los analgésicos pueden llegar a reducir el dolor de los efectos de ser bloqueado de la vida de alguien. La gente que ha recibido el tratamiento del ghosting siempre lo describe como haber sido golpeada en el estómago, y es que ese nudo que se siente llega a ser tan grande que el dolor físico es inevitable.

Las personas hacen ghosting como una forma de evitar la confrontación. En lugar de enfrentar un problema simplemente se alejan e intentan vivir su vida como si esa relación no hubiera existido. Por eso, si alguien te hace ghosting, lo más importante es que recuerdes que eso no demuestra tu valor como ser humano, sino que es un reflejo de la inseguridad de la otra persona.

Fuente:

Psychology Today