Finley es una pequeña de 3 años nacida en California que ha librado una valiente batalla contra una difícil condición desde el primer día, pero nunca se ha rendido. Hoy en día enorgullece a sus padres e inspira a las redes con su historia de superación.

Sus padres, Christina y Josh, tuvieron muchas dificultades para concebirla debido a que su madre recibió tratamiento para el acné en su cara cuando era más joven, y uno de los efectos secundarios del medicamento que tomó es la disminución de sus reservas de ovarios, lo que le complicaba mucho quedar embarazada.

Después intentarlo muchas veces, Christina por fin quedó embarazada, pero sufrió un embarazo prematuro y tuvieron que realizar una cesárea de emergencia a las 31 semanas de gestación. Como resultado, la pequeña Finley nació con un tipo particular de parálisis cerebral que debilita las piernas y hace que caminar sea casi imposible.

Muchos se habrían sentido desesperanzados, pero, ¿crees que esto detuvo a Finley o a sus propios padres? Para nada, más bien todo lo contrario, les dio la fuerza que necesitaban para ayudar a su hija a superar su complicada condición.

Desde el principio, su orgullosa madre ha documentado la vida de Finley por medio de su cuenta de Instagram y un blog llamado Fifi and Mo, donde ambas se divierten y le muestran al mundo su particular sentido de la moda. Según Christina, su hija es tímida, pero también tiene un carácter muy colorido y su sonrisa es muy contagiosa.

Finley es incapaz decaminar, pero con la ayuda de un equipo especial puede moverse, y sueña con algún día ser una bailarina. Es por eso que el año pasado sus padres iniciaron el desafío “Atrévete a Bailar”, similar al Ice Bucket Challenge, pero esta vez tienes que bailar al ritmo de la canción “Better When I’m Dancing”.

Hasta ahora han recogido 60.000 dólares.Con las donaciones pudieron pagar una cirugía que le permitió a Finley dar sus primeros pasos. Lo siguiente será realizar una terapia celular y se espera que Finley pueda caminar por sí sola dentro de un año.

Gracias a la perseverancia de sus padres y la generosidad de sus donantes, Finley está cada día más cerca de cumplir sus sueños de ser una bailarina.