Abrazar es una forma de lenguaje excepcional y un ritual muy importante en nuestra cotidianidad. Es también un símbolo social, sin embargo, por curioso que resulte, no siempre significa lo que queremos, deseamos o soñamos.

En realidad, estamos ante un tipo de lenguaje no verbal que se rige por las normas culturales de las diversas sociedades. Puede ser un pequeño oasis de complicidad, un remanso de paz o incluso un gesto de falsedad o engaño.

Los psicólogos afirman que existen diferentes formas de abrazar y han diseñado una peculiar clasificación de cada abrazo. ¿Quieres saber qué significa cada uno?

1. Abrazos clásicos

En este listado queremos comenzar por el principio. En este caso, nos lleva al abrazo clásico. Dos personas se rodean con sus brazos con firmeza situando las cabezas una al lado de otra. En realidad, este abrazo es muy íntimo. Los pechos se juntan y las cabezas están muy cercanas. Además, suele durar dos o más segundos, por lo que el ritual tiene un encanto especial.

Seguro que alguna vez abrazaste así al despedirte de alguien querido o al volver a reencontrarte con él. No importa que esa otra persona sea tu pareja. De hecho, en nuestro día a día podemos llevar a cabo este gesto con nuestros amigos más íntimos y con nuestros familiares.

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2. Abrazos de baile

Como su nombre lo indica, se dan para asociarlos a la música. Normalmente, llevan a una de las dos personas implicadas a abrazar a la otra por su nuca (los brazos se unen detrás de esa parte de nuestro cuerpo). Las miradas entonces quedan prendidas en ese universo único habitado por la más íntima complicidad. Tal y como podemos deducir, este tipo de abrazo solo puede darse a nivel de pareja y en situaciones marcadas por el velo del romanticismo.

3. Abrazo visual

Cuando un abrazo tiene un contacto visual, existe un componente especial. Es sencillo, muy íntimo, con ambas personas pegadas una frente a otra. Pero el espacio que se queda entre los dos a la altura del pecho se sustituye por la cercanía de las miradas cómplices y cariñosas.

Este tipo de gesto no exige un gran contacto físico. Sin embargo, pocos actos resultan a la vez tan intensos y reconfortantes. Esas miradas otorgan afecto y validación. El afecto más sincero se desnuda sin necesidad de palabras para llegar a la otra persona, para atraparla y transmitirle el más profundo aprecio.

Este tipo de abrazo no solo se da entre parejas. Es sin duda el más hermoso que podemos ofrecer a nuestros hijos.

4. Abrazo entre compañeros

Otro de los abrazos clásicos es entre compañeros. Son dos personas sin una confianza o afinidad especial. Simplemente se producen unas palmadas en la espalda por un trabajo bien hecho o por la cercanía de algún hecho concreto. No obstante, las cabezas no se juntan y los sentimientos son poco intensos.

Este tipo de gesto social no exige mayor profundidad. Es un ritual común y recurrente que tiene su implicación, que es útil y nos sirve para estrechar lazos en nuestros entornos cotidianos de trabajo.

5. Abrazos asimétricos

El abrazo asimétrico se produce entre dos personas a diferentes alturas. En este caso, la connotación es puramente pasional y erótica. De hecho, cuando más se usa es durante un acto íntimo y sexual. Por ejemplo, este tipo de abrazo asimétrico suele darse cuando uno de los miembros de la pareja está sentada en una superficie y la otra persona, de pie, se acerca para abrazarla e iniciar así ese instante de intimidad y placer.

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6. Abrazo lateral

El abrazo lateral es otro ejemplo de simpleza y cercanía a la vez. Se produce cuando rodeas el hombro de otra persona con un brazo. Sus significados son varios. Puede referirse a un ansia por reconfortar a la otra persona, compañerismo, simpatía y cariño, amor, ternura, calidez...

Todos lo hemos llevado a cabo alguna vez. Son gestos de gran sencillez pero que siempre reconfortan, que vienen bien y nos sirven a la vez para estrechar esos lazos sensacionales con nuestras amistades.

7. Abrazos distantes

Lo señalábamos al inicio: hay abrazos que no son cómodos, que se dan por simple formalismo y que incluso nos suponen una amenaza. En este caso, en lo que se refiera a los abrazos distantes cabe decir que son altamente comunes. Se producen cuando los abrazos carecen de intensidad y se dan con los cuerpos alejados. Las cinturas están separadas y el acto se produce más por compromiso que por verdadero gusto o placer.

Pueden ser parte de un protocolo o motivados por una tregua temporal tras un enfrentamiento intenso. Finalmente, podrían ser la escenificación de una cordialidad tensa e incluso una actuación que busca aparentar un cariño que en realidad no está presente.

8. Abrazos violentos

Este es sin duda el gesto más incómodo y amenazante de todos. Hablamos de un tipo de abrazo de gran intensidad, pero no precisamente por la pasión amorosa, sino por pura violencia y agresividad. Suele ser muy apretado, enjuto. Incluso podría causar dolor a uno de los implicados. Suceden durante una riña o para separar a un individuo de una pelea, por ejemplo.

Es una pena que abrazar no sea siempre un símbolo de amor y cariño. Esa cercanía que se siente hacia otra persona por un contacto físico tan íntimo quizás no debiera ser nunca violenta o falsa. Sin embargo, a pesar de que en ocasiones podamos vivir situaciones con esta connotación, por fortuna la mayor parte de las veces los abrazos simbolizan y crean un espacio de intimidad y cariño en el que nos sentimos acompañados y reconfortados.

y tú, ¿cómo abrazas? si te ha gustado, ¡comparte con tus amigos!

Fuentes:

La Mente es Maravillosa

Mundo Buda