Desde 1996 el Instituto Argentino de Permacultura (IAP) comenzó a investigar diversos modelos de baños secos a partir de lo cual empezaron a construir y diseñar nuevos modelos que fueran una síntesis de máxima eficiencia, que pudieran reciclar los desechos humanos de forma segura y con máximo aprovechamiento de recursos, buscando a la vez un mínimo requerimiento de mantenimiento. Así surgió el Baño Seco Pampeano que describiremos en este artículo.Los baños que conocemos en las zonas urbanizadas y los que propone el modelo de vivienda moderna, se basan en un uso intensivo del agua para la eliminación de los desechos humanos. Este modelo conlleva un enorme despilfarro de un recurso escaso como es el agua dulce, que en lugar de usarse como bebida esencial para la vida o para riego de cultivos, se degrada y subutiliza como mero vehículo de dilución y transporte. Usarlo de esta manera implica su inevitable contaminación; el agua transportadora de desechos se transforma toda ella en un desecho contaminado y contaminante que debe ser tratada en una planta especial, o seguirá contaminando todos los suelos y cursos de agua con los que se mezcle y tome contacto. Si este agua fue, además, previamente extraída de un curso de agua; depurada y potabilizada; transportada por enormes redes de cañerías, y luego de su uso en el inodoro (doce litros en promedio en cada descarga) debe ser nuevamente transportada por otra red cloacal hasta la planta de tratamiento de aguas cloacales y/o hasta el mismo curso de agua del que se la extrajo originalmente para su disposición final, se habrá despilfarrado, además del precioso líquido originario, una enorme cantidad de energía y recursos complementarios.Un baño seco nos da la oportunidad de cambiar este paradigma de la ciudad occidental moderna, cambiando la contaminación del agua y del suelo por un enriquecimiento del mismo ya que permite aprovechar los residuos humanos como fertilizantes naturales de alto rendimiento y ahorrar una considerable cantidad de energía. Los baños secos no utilizan agua para la evacuación de orina y excrementos y no se conectan a la red de aguas residuales. Según datos del Instituto Argentino de Permacultura, una familia tipo contamina anualmente el equivalente a una piscina con los desechos que envía a la red cloacal. Sin embargo, en Gaia, una ecovilla ubicada en Navarro, Provincia de Buenos Aires, los baños benefician al sistema ya que transforman la materia fecal (altamente contaminante) en humus y reprocesan la orina para aprovechar sus nutrientes para la fertilización de los cultivos.
Baño Seco Pampeano ¿Cómo funciona?
En este original diseño, los inodoros (tipo trono de madera) están montados sobre una cámara de mampostería (bajo tierra) de más de 1,50 m. de profundidad. A 0,50 m del fondo se coloca una malla metálica que separará el espacio superior del inferior. Los cuadros de la malla tendrán que tener de 3 a 6 cm de lado (es ideal utilizar cuadros de 5cm x 5cm).El espacio superior debe tener una capacidad mínima de 1,5 m³. Sobre la malla se coloca al inicio papel de diario y sobre éste se coloca una capa de lombrices californianas con el correspondiente sustrato. A medida que cae la materia fecal y se estaciona, el papel se deshace y entonces, por el trabajo de las lombrices, cae humus en el espacio inferior de la cámara. Cada vez que la materia fecal se transforma a través de las lombrices se destruyen los patógenos. A su vez, la cámara tiene que tener un sistema de ventilación individual. La tapa del trono debe permanecer herméticamente cerrada. Las ventanas y la ventilación deben tener una red tupida para evitar el posible ingreso de moscas. El espacio inferior tiene una puerta para poder, además, controlar el proceso y retirar el humus cuando sea necesario (dicha puerta no es hermética para permitir la circulación de aire).
El Baño Seco Pampeano permite aprovechar los residuos humanos como fertilizantes naturales de alto rendimiento | |