Japón instala calentadores para personas homeless- en varias ciudades asiaticas, nuevos bancos solares están almacenando la energía del sol para transformarla en calor durante horas, brindando un refugio térmico seguro, sin cables ni combustibles. Una innovación que ya está cambiando vidas en Sapporo y Tokio.

Un invierno extremo que exige creatividad

Japón atraviesa inviernos cada vez más fríos, especialmente en la región norte. Las temperaturas bajo cero impactan con mayor fuerza a quienes viven en la calle, un grupo que, año tras año, queda expuesto a riesgos extremos para su salud. Ante este escenario, distintas iniciativas comunitarias y tecnológicas empezaron a buscar soluciones simples, eficientes y accesibles.

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Imagen: facebook
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La innovación: bancos que guardan calor del sol

Los nuevos bancos térmicos funcionan con un sistema solar integrado que absorbe y almacena energía durante el día, para luego liberarla en forma de calor por varias horas.

No necesitan conexión eléctrica, no tienen cables y no requieren combustibles: toda la energía proviene del sol.

Esta tecnología permite que los bancos alcancen una temperatura agradable incluso durante la noche, convirtiéndose en un punto de abrigo para quienes no tienen otro lugar donde resguardarse.

Dónde se instalaron y cómo impactan

Las primeras instalaciones se realizaron en Sapporo, una ciudad conocida por sus inviernos intensos, y el proyecto se extendió luego a sectores de Tokio. Allí, organizaciones sociales reportaron que los bancos ya están siendo utilizados por personas en situación de calle, adultos mayores y trabajadores nocturnos.

El impacto es inmediato:

  • Reducen el riesgo de hipotermia.
  • Ofrecen un espacio seguro y accesible.
  • Aprovechan energía limpia y renovable.
  • No generan contaminación ni costos energéticos.
  • Un modelo que podría replicarse en todo el mundo

Ante la creciente crisis climática y el aumento de la pobreza urbana, esta solución japonesa muestra cómo la tecnología sostenible puede convertirse en una herramienta social concreta.

Los bancos solares no solo brindan calor: también devuelven dignidad, seguridad y contención. Expertos ya sugieren que este tipo de iniciativas podrían replicarse en ciudades de Europa, América Latina y otros países con inviernos severos.