Con unos pocos elementos, puedes dejar tu casa reluciente. Estas sencillas soluciones naturales te permitirán controlar los ingredientes de tus limpiadores. Así, te asegurarás de mantenerte alejado de los químicos. Al mismo tiempo, ahorrarás dinero.

Para preparar estos desinfectantes, puedes reutilizar las botellas de los limpiadores comerciales. Siempre asegúrate de lavarlas muy bien para eliminar los restos químicos.

Elementos básicos

Vinagre blanco
Es un excelente limpiador multipropósito. En particular, es bueno para desodorizar y desengrasar. Su acidez también ayuda a matar los gérmenes. Si lo usas sólo, sin combinarlo con otros ingredientes, te resultará muy útil para higienizar las encimeras, los pisos y las ventanas. Aunque su olor se disipa bastante rápido, puedes mezclarlo con aceites esenciales si no te agrada.

Aceites de lavanda y árbol de té
Ambos son antisépticos y antibacteriales. Además, dejan  una deliciosa fragancia en el hogar. El aceite de árbol de té es particularmente bueno para combatir los hongos gracias a sus propiedades antifúngicas.

Bicarbonato de sodio
Su textura hace que funcione perfectamente como un abrasivo suave. Al igual que el vinagre, ayuda a desodorizar. Es particularmente efectivo en el baño.

Jugo de limón
Por sus propiedades antibacteriales, sirve para eliminar los gérmenes en cualquier lugar de la casa. Su fragancia deja las habitaciones con un delicioso aroma fresco.

4 limpiadores naturales

1. Agua y vinagre
Haz un preparado con un 50/50 de agua y vinagre. Mezcla bien, coloca el líquido en un atomizador y úsalo como limpiador multipropósito. Podrás aplicarlo sobre cualquier superficie, excepto sobre el mármol.

2. Limón, bicarbonato de sodio y vinagre
Mezcla jugo de limón, bicarbonato de sodio y vinagre. Regula las proporciones de manera tal que obtengas una pasta áspera. Otra opción es cortar un limón al medio y echarle un poco de bicarbonato encima. Así, podrás limpiar directamente con la fruta, sin necesidad de usar un paño o una esponja.

3. Aceite de árbol de té y agua
Mezcla unas gotas de aceite de árbol de té con agua tibia. Coloca la preparación en un atomizador.

4. Vinagre, jugo de limón y aceite de árbol de té
Haz una preparación con una parte de agua y una parte de vinagre. Añade seis cucharadas de jugo de limón y 30 gotas de aceite de árbol de té.