OMS alerta: el aire contaminado causa diabetes y demencia según una nueva guía internacional que actualizó los criterios para medir el impacto real del ambiente polucionado en la salud humana
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una nueva guía global que alerta sobre un vínculo más profundo de lo que se creía entre la contaminación del aire y enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y la demencia.
El documento, elaborado junto a especialistas de universidades y agencias de salud del mundo, introduce fórmulas actualizadas para estimar con mayor precisión los riesgos asociados a los principales contaminantes atmosféricos.
Cómo afecta la contaminación del aire al cuerpo humano
Según la OMS, los contaminantes más peligrosos son:
- Partículas finas (PM2.5)
- Ozono troposférico (O₃)
- Dióxido de nitrógeno (NO₂)
Las partículas PM2.5 —fragmentos microscópicos suspendidos en el aire— pueden entrar a los pulmones y al torrente sanguíneo, generando inflamación y daños en distintos órganos. El ozono a nivel del suelo irrita las vías respiratorias, mientras que el NO₂ se origina principalmente por el tránsito vehicular y actividades industriales.
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Aumentos pequeños, riesgos grandes
Los datos revisados por la OMS muestran que cada incremento de 10 microgramos por metro cúbico de PM2.5 eleva:
- 17% el riesgo de demencia
- Entre 8% y 12% la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2
Estas cifras evidencian cómo incluso cambios mínimos en la calidad del aire pueden influir en enfermedades crónicas que afectan a millones de personas.
Impacto global: muertes y años de vida perdidos
La organización estima que en 2019 la contaminación del aire provocó 6,7 millones de muertes y la pérdida de 180 millones de años de vida saludable en el mundo.
En Europa se registraron:
- 569.000 muertes vinculadas a la contaminación ambiental
- 182.000 fallecimientos más asociados al uso doméstico de combustibles como el querosén
Las principales enfermedades relacionadas incluyen problemas cardíacos, ACV, infecciones respiratorias, EPOC, cáncer de pulmón, diabetes tipo 2 y trastornos neurológicos.
Una guía renovada para medir daños con mayor precisión
La nueva guía —una actualización ampliada de la versión de 2013— fue desarrollada por equipos de la OMS junto con expertos internacionales. Entre ellos participó el epidemiólogo argentino Pablo Orellano, investigador del Conicet, quien contribuyó a revisar la evidencia científica.
El documento incorpora fórmulas más robustas para calcular cómo varía el riesgo de distintas enfermedades a medida que aumentan los niveles de PM2.5, NO₂ u ozono.
Orellano explicó:
- PM2.5: cada aumento de 10 µg/m³ eleva un 10% el riesgo de muerte prematura
- NO₂: la mortalidad sube un 5% ante el mismo incremento
- Ozono: incrementa un 5% el riesgo de muerte por enfermedades respiratorias
Enfermedades asociadas que la guía incorpora por primera vez
La nueva versión incluye una lista ampliada de problemas de salud vinculados al aire sucio:
- Asma infantil (23% más riesgo con PM2.5; 18% con NO₂)
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
- Infarto agudo de miocardio
- Ataque cerebrovascular (ACV)
- Hipertensión arterial
- Cáncer de pulmón
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También se describe cómo incrementos diarios en los contaminantes pueden causar picos inmediatos de mortalidad, aun cuando parezcan porcentajes pequeños.
Por qué la OMS recomienda analizar cada contaminante por separado
Para obtener resultados confiables, la OMS aconseja estudiarlos individualmente. Al analizar PM2.5 y NO₂ juntos, por ejemplo, pueden existir exposiciones superpuestas que lleven a sobreestimar los riesgos.
Los expertos también reconocen desafíos metodológicos: diferencias entre estudios, falta de datos en ciertos grupos poblacionales y variaciones según características del aire o del contexto geográfico.
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