Todos hemos escuchado hablar de los agujeros negros, objetos que concentran cantidades enormes de masa en un espacio muy pequeño, y por lo tanto tienen una fuerza de gravedad inimaginablemente poderosa, tanto que ni siquiera la luz puede escapar de su atracción, lo que los hace difíciles de observar y detectar. Aunque son poco entendidos, "agujero negro" se ha convertido en un término popular que se escucha con frecuencia.

Pero, ¿alguna vez has escuchado sobre los "agujeros blancos"? Puede que no, y eso es porque se trata de un campo de estudio muy reciente dentro de las investigaciones físicas más avanzadas del mundo, y aun así es mucho lo que no se sabe de ellos. Para empezar, muchos creen que en realidad no existen, pues nunca se ha observado uno en acción de la misma forma que sí se han observado agujeros negros.

Ahora, ¿qué es un agujero blanco? Como su nombre lo indica, son lo opuesto a los agujeros negros: no atraen objetos con fuerza extrema, sino que los expulsan. El físico Sean Carroll los describe así: Un agujero negro es un lugar al que puedes entrar, pero del que nunca podrás salir. Un agujero blanco es un lugar del que podrás salir pero nunca volver a entrar.

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Un agujero blanco es un lugar del que podrás salir pero nunca volver a entrar

De esta manera, podemos apreciar que los agujeros blancos son la total contraparte de los agujeros negros. Cuando los últimos están en constante absorción de materia, los primeros lo que hacen es expulsarla eternamente. Ya que entablamos el problema de su funcionamiento, existe otro: como ya se mencionó, no se sabe si en realidad existen. Solo se presume por parte de algunos científicos.

Por ahora los agujeros blancos son solo los cálculos de algunos físicos y astrónomos, como lo fueron alguna vez los agujeros negros. El físico Edward Larragaña, profesor del Obstrvatorio Astronómico Nacional de Colombia, confirma que los agujeros blancos son la contraparte de los agujeros negros.

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Aparentemente, los agujeros negros necesitan de una contraparte para así dar un equilibrio al universo. Larrañaga explica que cuando se realizan las operaciones matemáticas de las ecuaciones que planteó Einstein, el resultado es un agujero blanco. Sin embargo, ningún físico ha logrado dar con alguno.

Comprobar la existencia de alguno de estos agujeros es equivalente a comprobar cosas que parecen imposibles, como una gravedad negativa que haga que las cosas "caigan hacia arriba", o que el tiempo se suspenda o corra a la inversa. La existencia de estos agujeros ayudaría a comprobar lo que sucede en el centro de un agujero negro. Mucha materia gira alrededor de un agujero negro luego cae dentro de ellos, cruzando el "horizonte de eventos", el punto a partir del cual nadie su funcionamiento es 100% un misterio.

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Algunos teóricos de los agujeros negros dicen que estos están conectados con los agujeros blancos a través de un agujero de gusano. Larragaña asegura que teóricamente podría uno atravesar el agujero negro, cruzar el agujero de gusano y salir por el agujero blanco.

Sin embargo, las condiciones físicas son tan extremas que uno terminaría aplastado antes de poder cruzar por completo el agujero. Otros expertos aseguran que los agujeros blancos son los agujeros negros pero en el futuro, o que son la fuente de la llamada energía oscura que hace que universo se expanda.

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Otras teorías un poco más descabelladas consideran que los agujeros de gusano entre ambos en realidad nos llevarían a Universos o dimensiones distintas, de manera que los agujeros negros y blancos, serían una forma de viajar entre dimensiones, pero esto evidentemente no es más que una teoría de internet, pero una extremadamente intrigante y emocionante de considerar.

Nadie tiene respuestas y todos tienen preguntas. Por ahora y por el futuro previsible, los agujeros negros, y más aun los blancos, harán que los físicos y astrónomos se rasquen la cabeza confundidos, tratando de hallar soluciones a problemas que las mayoría de nosotros no podemos siquiera empezar a entender.

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BBC Mundo