Un grupo de investigadores descubrió los restos más antiguos de un adhesivo complejo en Europa, una especie de pegamento que los neandertales usaban para fabricar herramientas de piedra.

El hallazgo, publicado en la revista Science Advances, sugiere que estos parientes cercanos de los humanos modernos estaban más avanzados de lo que se pensaba hasta ahora.

Los investigadores volvieron a examinar artefactos hallados en Francia a comienzos del siglo XX, en un yacimiento conocido como Le Moustier, y que llevaban sin inspeccionarse desde la década de 1960.

Las herramientas en cuestión se redescubrieron recientemente, durante una revisión del inventario del Museo de Prehistoria e Historia Temprana de Berlín.

"Los objetos habían sido envueltos individualmente y llevaban sin tocarse desde los años sesenta. Como resultado, los restos de sustancias orgánicas ahí pegados se habían preservado muy bien", dijo en un comunicado la investigadora Ewa Dutkiewicz, una de las líderes del equipo.

En su análisis, los científicos encontraron rastros de ocre y betún, que juntos forman una mezcla lo suficientemente pegajosa como para adherirse a herramientas de piedra, pero sin quedarse pegada a las manos, por lo que podía usarse como mango.

Betún líquido y el pigmento tierra ocre antes de la mezcla

Betún líquido y el pigmento tierra ocre antes de la mezclaImagen: Patrick Schmidt/University of Tübingen

Lee también: Huesos hallados en una cueva de Alemania reescriben la historia del Homo sapiens en Europa

Ya se sabía que los primeros humanos en África usaban mezclas adhesivas para fabricar herramientas, pero no que los neandertales hacían lo mismo en Europa.

"Lo que nuestro estudio muestra es que los primeros Homo sapiens en África y los neandertales en Europa tenían patrones de pensamiento similares", dijo Patrick Schmidt, otro de los investigadores, que destacó la importancia de esta idea para nuestra comprensión de la evolución humana.

En el estudio participaron expertos de la Universidad de Nueva York, la Universidad de Tübingen y los museos nacionales de Berlín.

Fuente: DW.