Todos hemos escuchado hablar del elixir de la vida, muchas veces en conjunto con la fuente de la eterna juventud y demás historias fantásticas relacionadas con la inmortalidad, que se alcanza frecuentemente por medio del consumo de algún líquido mágico que nos confiere esos poderes divinos. Sin embargo, tenemos bien claro que no existe tal cosa... ¿O sí?

Un grupo de arqueólogos halló una bebida de aspecto inusual contenida dentro de un envase muy particular. Había estado allí durante más de 2.000 años en una tumba de la dinastía Han (202 antes de Cristo - 8 después de Cristo) en la provincia de Henan, en el centro de China.

El líquido se encontraba dentro de una olla de bronce enterrada en la tumba. Al principio, los expertos creyeron que se trataba de una especie de licor, por el olor que emanaba. Luego de un estudio a fondo descubrieron que sus ingredientes coincidían con el de un legendario elixir de la inmortalidad, registrado en la literatura taoísta, una religión china muy antigua.

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Alrededor de 3,5 litros del líquido se extrajeron de la tumba de una familia noble en la ciudad de Luoyang. Se descubrió que la pócima estaba compuesta principalmente por nitrato de potasio y alunita, dos ingredientes mencionados en los antiguos escritos taoístas como base para fabricar un medicamento para obtener la vida eterna.

Según Shi Jiazhen, directora del Instituto de Reliquias Culturales y Arqueología en Luoyang, es la primera vez que se encuentra una pócima como esta en toda la historia. También se halló una gran cantidad de ollas de barro pintadas a color, artículos de jade y artefactos de bronce, así como los restos de su ocupante.

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De más está decir que los elixires de la inmortalidad o eterna juventud no son realmente tal cosa, pero son una ventana muy poco común y valiosa hacia las creencias de una cultura y tiempos muy distintos. Además, la tumba en sí es un registro de los métodos y creencias funerarias chinas de hace más de 2.000 años de antigüedad.

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Fuente:

El Comercio