Seguro alguna vez has escuchado a alguien decir que se "quitó la mochila" para referirse a que se libró de una situación no lo dejaba avanzar. Pues bien, de eso se trata la carga emocional. Es esa mochila llena de sentimientos que nos produce una situación puntual en la vida y que llevamos a cuestas hasta que logramos tramitarla y soltar.

Para algunas personas esa mochila resulta liviana, pero para otras es una carga que puede tomar mucho tiempo aligerar. Ese peso lo puede dar algo difícil, como la muerte de un ser querido, una separación o una enfermedad.

Pero también puede suceder que nuestra mochila esté cargada de pesos ajenos, de cargas emocionales de otras personas que tomamos como propias y que hacen que nuestro andar sea aún más complicado.

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A veces aceptamos llevar esa carga ajena con nosotros porque sentimos que es lo que corresponde, o que el otro no puede y necesita de nuestra ayuda. Estas son creencias que tenemos muy arraigadas y muchas veces ni siquiera somos conscientes de su existencia.

Imagínate por un momento subiendo una montaña y llevando contigo tu equipaje y el de alguien más. Puede que en cierto momento logres hacerlo, pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Qué pasa con tu espalda? ¿Qué ocurriría si el terreno se volviera más elevado y tuvieras que hacer más esfuerzo? En síntesis: ¿qué costo tiene para ti llevar la carga emocional de otro? Y además, ¿por qué deberías hacerlo?

La culpa y el sentido de la responsabilidad, o cualquiera de sus variantes, pueden hacernos llevar mochilas pesadas durante años. Hasta que un día decidimos librarnos, decir "no puedo". Entonces la marcha se vuelve mucho más ligera.

Si sientes que estás tomando una carga emocional ajena, de cualquier persona de tu círculo que no logra tramitar lo que le pasa y busca depositarlo en ti para aliviarse, recuerda estas cosas y date permiso para decir que "no". Así lograrás librarte de la mochila ajena sin culpas.

  • No debes sacrificarte para que otro sea feliz
  • Tú no eres el salvador de nadie
  • No debes ocupar el rol de padre o madre para que otro se sienta mejor
  • No debes animar constantemente a otro ni empujarlo a hacer lo que no quiere o no puede hacer
  • No debes cumplir con las expectativas que otros ponen en ti
  • No eres responsable por las decisiones que toman los demás
  • No puedes garantizar la felicidad de nadie
  • No puedes solucionar las tristezas o problemas de los demás
  • No puedes estar siempre disponible para alguien
  • Decir que no es saludable
  • Es saludable que te priorices y cuides a ti mismo

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Si la vida es como un camino, cada cual tiene su mochila. Y ese es su aprendizaje. Recuerda que si cargas constantemente con la del otro no estás ayudándolo, sino retrasando su aprendizaje. Hasta que esa persona no se vea a sí misma con un peso que no puede o no quiere cargar, no podrá avanzar, pero tampoco podrás hacelo tú.

Mientras sigas cargándote no sabrás lo bello que se camina liviano. Aprender de ese andar más suelto quizás sea la enseñanza para ti. Date la posibilidad de intentarlo. Mereces ser feliz, y de eso nadie puede ocuparse excepto tú.

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