Con más de 351.000 seguidores en su cuenta de Instagram, Madeline es figura representativa e inspira a personas que atraviesan esta enfermedad. Su historia de vida resuena en Europa y en diversos países de habla hispana.

MADELINE STUART DERRIBA ESTEREOTIPOS

La modelo ha logrado desafiar las normas de la industria de la moda y cambiar las percepciones sobre las personas con Síndrome de Down.

A lo largo del tiempo se han ido imponiendo distintos modelos de belleza que han sometido a las mujeres y hombres a diversos parámetros y limitaciones. Es de público conocimiento que los estereotipos de belleza y la frustración de perseguir ideales inalcanzables, limitan la libertad de las personas.

Sin embargo, inmersos en una sociedad en la que priman los intereses económicos y corporativos, el cuerpo se ve vulnerado ante las demandas de la moda y por ende, la salud y el bienestar quedan relegadas. Es menester reflexionar en torno a esta construcción social y potenciar el amor propio y aceptación.

LA PRIMERA MODELO CON SÍNDROME DE DOWN EN SUBIRSE A UNA PASARELA

Nacida en la ciudad australiana de Brisbane, en el año 2015 realizó la primera producción de fotos, con entusiasmo y alegría su madre publicó las fotografías en Facebook y sin pensarlo, algo las sorprendió… ¡Más de siete millones de personas visitaron el posteo y quedaron admirados ante Madeline!

Seguidamente, este acontecimiento la llevó al éxito puesto que con el correr de los días propuestas telefónicas, con ofrecimiento de oportunidades laborales, se presentaron en la vida de la adolescente.

A su corta edad logró cumplir sus anhelos. Desde pequeña imaginaba recorrer pasarelas de la moda, es así que en la actualidad tiene la satisfacción de representar a importantes marcas y agencias. Su gran capacidad de superar las dificultades la ha motivado a seguir por este camino fascinante del modelaje.

Además, es meritorio mencionar que Stuart tuvo la posibilidad de desfilar en reconocidas pasarelas de New York, Londres, Dubai, Paris, China y Suecia, entre otras.

Por esta razón, Madeline Stuart afirma que padecer síndrome de Down no es un impedimento para ser bella y disfrutar de la vida. ¡La joven hace historia y nada le ha impedido soñar en grande!

“Si la gente viera la belleza que hay en el interior de las personas, entonces, la mayoría de las modelos del mundo serían con Síndrome de Down”, confesó Rosanne, su madre en una entrevista de un diario australiano.

Actualmente y alineados a lo expresado por Rosanne, se puede afirmar que la historia de vida de cada uno pareciera estar sujeta a la mirada de los demás individuos que frenan la autenticidad y potencialidad de las personas.

En consecuencia, se torna indispensable abrir canales de diálogo promoviendo la aceptación de la diversidad corporal como una meta y desafío que nos debe interpelar como sociedad.

Liberar las presiones sociales, respetarnos y deconstruirnos será la puerta de entrada a una construcción social donde no primen los estándares de belleza hegemónicos que coarten los derechos y libertades individuales.

¿Un mundo más sano, libre de prejuicios y estereotipos será posible?