Hay una creencia muy extendida que dice que los celos son muestras de amor. Por lo tanto, una pareja sin celos sería una pareja sin amor.

Sin embargo, este mito popular no tiene sustento en la realidad. Las relaciones más sanas son aquellas donde no hay celos; y, como contracara, aquellas parejas donde los celos son excesivos tienden a ser tóxicas.

Quizá un día te molestó que tu pareja se viera con alguien con quien en algún momento tuvo una relación. Si ha quedado en un disgusto del momento, y no ha pasado a mayores, no tiene nada de malo en sí mismo.

El problema real es cuando esos celos son recurrentes, y además, generan reacciones que pueden terminar dañando a la pareja.

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Entonces… ¿Qué significa tener una pareja sin celos?

1. No hay mutuo control

Lo peor de los celos es que, generalmente, se traducen en control del otro: sus horarios, sus salidas, hasta sus amistades. Eso genera una situación muy tóxica y violenta, que se sustenta en los celos.

Las parejas sin celos, en cambio, no controlan a la otra persona ni imponen lo que hay y no hay que hacer. Claro que debe haber acuerdos: pero siempre desde el diálogo, y no desde el enfado.

2. Disfrutan de su independencia

Las parejas sin celos saben que no es necesario hacer todo de a dos. Que es genial compartir intereses, pero no tienen que compartirlos todos. Y en lugar de sentir eso como un fracaso, lo consideran algo bueno.

Pues comprenden que tener espacios personales también los hace crecer.

3. Cuidan sus espacios de intimidad

En relación a lo anterior, las parejas sin celos comprenden que es importante, también tener espacios de soledad e intimidad.

Cuando una relación está viciada por los celos, que uno de sus miembros necesite, por ejemplo, quedarse en su casa porque no se siente bien puede ser interpretado como una mentira para hablar o verse con alguien.

Al final, algo tan simple como querer salir a dar un paseo puede convertirse en un motivo de discusión.

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4. Se tienen confianza (y lo disfrutan)

Si vives presa de los celos, te costará creer esto, pero hay parejas que están muy tranquilas sin imponerse mutuamente normas afectivas, porque confían en la persona que tienen al lado.

No sólo eso: además, disfrutan de esa confianza. No tienen que estar preguntándose todo el tiempo “¿Qué estará haciendo mi pareja ahora?”, puesto que creen en sus palabras.

La confianza en la pareja es la base más sólida para consolidar relaciones sanas y duraderas.

5. Son más felices

Convivir todo el tiempo con celos y desconfianza no hace bien a nadie. Es estresante, consume tiempo y energía, y muchas termina convirtiéndose en algo violento.

Lo peor es que la experiencia demuestra que no sirve: cuanto más obsesivo sea el control, posiblemente más posibilidades hay de que algo se rompa.

No se puede evitar una infidelidad, ni una ruptura; si tiene que pasar, va a pasar. Pero sí se puede disfrutar una relación el tiempo que dure, saliendo de ella siendo una persona mejor.

Por eso, las parejas sin celos son más felices, pues viven plenamente el día a día, sabiendo que las mejores relaciones se construyen desde la libertad.

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¿Crees que es posible una pareja sin celos?

Fuentes:

Psicología y Mente