A unos 3.000 metros de altura, en la provincia de Carchi, Ecuador, nació Richard Carapaz. Se crió en medio del campo junto a sus padres y a las exigencias de la vida rural. Ayudaba a su madre criando vacas y vendiendo la leche, mientras su padre se dedicaba a la venta de basura. Su vida era sencilla, humilde y disciplinada, nunca supo que a los 15 años todo cambiaría.

Tenía una bicicleta con la que andaba por todos lados, hasta que un día se la robaron. Desesperado, le pidió a su padre que en cuanto viera una abandonada entre los desechos que vendía, se la dejara para que pudiera usarla. Y así fue: un día apareció una bicicleta, y aunque oxidada, sin llantas ni asiento, el niño imparable de tan sólo 10 años había conseguido a su nueva compañera de caminos.

Sin darse cuenta, entre subidas y bajadas, fue entrenando su resistencia y poco a poco fue naciendo la locomotora de Carchi, como lo apodan actualmente. Un buen día, el ex ciclista ecuatoriano Juan Carlos Rosero llamó a su puerta. Se encontraba en la búsqueda de nuevos talentos del ciclismo y él estaba listo para serlo. Así fue como entró al equipo aficionado Coraje Carchense, y luego en 2013 ganó el Campeonato Panamericano en Ruta en la categoría sub-23. ¿Próximo destino? Colombia en 2015, donde permaneció un año, y desde allí a Europa sin escalas.

Richard Carapaz

“Yo tenía más aspiraciones en la vida y se me abrieron las puertas cuando empecé con el deporte. Me dije, tengo que comerme el mundo con la bici”, cuenta este soñador tenaz. Su presencia en el mundo del ciclismo se hacía notar, y fue en 2016 cuando se unió al equipo de Movistar. Al cabo de dos años, ya estaba compitiendo en las grandes ligas del ciclismo, y empezaba a mostrar su nivel frente al mundo. A mediados de 2018 viajó a Austria para participar del Mundial de Ciclismo en Ruta.

Pero su mente estaba en el Giro de Italia, una carrera por etapas que lo tenía sin dormir. “Pensé: voy a darle hasta que se desgaste el pavimento”, y así fue como el 2 de junio de 2019, se consagró ganador de la competencia, y hoy se posiciona como el segundo latinoamericano en conseguir ese título.

Su próxima meta era la Vuelta a España pero sufrió una caída durante una competencia en los Países Bajos, razón por la cual no pudo disputar. Pero claro está que el esfuerzo y la convicción lo pondrán nuevamente de pie y volverá a sorprender pronto.

“Los sueños no están hechos solo para verlos reflejados como en un espejo, los sueños se hicieron para cumplirse”.

Fuentes:

La Vanguardia