Se trata de una niña mexicana de 10 años. A esa corta edad, ya terminó dos carreras universitarias. Además, ya está a punto de ser astronauta. Un ejemplo de inteligencia a corta edad, algo que resulta poco común.

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Su nombre es Adhara Maite Pérez Sánchez

Con tan solo una decena de años, ya ha obtenido dos carreras universitarias y ha sido aceptada para un postgrado en Estados Unidos. No cabe duda que se trata de un ejemplo entre los niños prodigios de nuestra época.

Nació en Veracruz, en México. Desde muy chica, ha debido adaptarse a sus propias peculiaridades. Cuando tan solo tenía tres años de edad, fue diagnosticada con Síndrome de Asperger. Algo que le causó algunas incomodidades.

La niña no lograba adaptarse. Sus compañeros de escuela la señalaban por ser diferente. Por eso, su madre decidió retirarla de la escuela y darle clases en el hogar. Es importante indicar que la madre de la niña es psicóloga.

La niña tiene un IQ de 162

Ante las circunstancias, la mamá de la pequeña quiso evaluarla. Entonces, pidió ayuda a varios especialistas. El resultado fue bastante alentador: resultó que la pequeña tiene un IQ de 162, que es una gran inteligencia.

De esta manera, Adhara Maite Pérez Sánchez terminó la primaria con apenas cinco años. Cuando tenía 6 y medio, abarcó los estudios de secundaria. Rápidamente, cumplió con todos los requisitos académicos de la preparatoria.

Estando en edad infantil, se inscribió en educación universitaria. Lo que llama la atención no sólo es su inteligencia, sino su constancia. Resulta que ha sacado dos ingenierías, por lo que ya tiene un par de carreras universitarias.

Ha ganado bastante fama, sobre todo porque fue elegida por la revista Forbes como una de las 100 mujeres más importantes de México. Incluso, fue invitada por el Senado de la República a recibir un premio por su desempeño.

Ha escrito un libro titulado: “No te rindas”

Su inteligencia la traslada al escenario de la escritura, pues en este libro narra todas las dificultades que atravesó al sentirse diferente. En su postgrado en EEUU, tiene la oportunidad de trabajar en la Nasa.

Ella ha confesado públicamente que le encantaría viajar al espacio. En algunos años, ella podría integrar un viaje fuera de la Tierra. Tiene inteligencia de sobra y una voluntad de trabajo que la hacen obtener sus metas.

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¿Qué te parece la historia de esta niña prodigio? Un ejemplo de que ser diferentes en la infancia no es un obstáculo. Es una etapa que se debe superar y seguir adelante, aprovechando las potencialidades de cada quien.

Fuente:

viralistas.com