Se trata de la casa donde Linda ha vivido más de 20 años en Minneapolis. Aunque hace unos años tomó la decisión de venderla para poder invertir en negocios de bienes raíces. Desde entonces, ha vivido allí en alquiler.

La Señora de la Sopa

El calvario de Linda comenzó a principios de este año cuando recibió un aviso de su arrendador en el que solicitaba que abandonara la casa porque pensaba venderla. Incluso, el propietario de la casa, exigía el pago de 300 mil dólares, una suma que Linda no podía permitirse.

La situación económica de Linda no era muy buena. De hecho, su única fuente de ingresos fue anulada por la pandemia de coronavirus. Ella pudo continuar pagando el alquiler gracias a sus ahorros hasta que el aviso de desalojo la tomó por sorpresa.

Cuando los vecinos se enteraron, su disgusto fue enorme. Todos conocían a Linda como La Señora de la Sopa. Ella Daba de comer a personas sin techo, ayudando en el comedor benéfico del barrio.

“¿Cómo iba a quedarse ella sin casa que había pasado gran parte de su vida ayudando a personas sin techo? Debíamos impedirlo”, declaró Andrew Fahlstrom, uno de los primeros vecinos en enterarse del aviso de desalojo.

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Ilustración de Linda Taylor con los vecinos que compraron su casa. Foto: Julia Hobart

Todo un pueblo volcado por una buena causa

Fahlstrom se puso en contacto con los vecinos para ver qué podían hacer para ayudar a Taylor. Inmediatamente se corrió la voz y lanzaron una campaña comunitaria para salvar la casa de Taylor. Todos los vecinos estaban ansiosos por ayudar.

Así fue como los organizadores enviaron una carta al propietario, instándolo a esperar el desalojo y comenzar las negociaciones con Taylor para que pudiera comprar la casa. Fue firmado por unos 400 vecinos y entregado en mano al dueño de la casa.

En primer lugar, los vecinos crearon una página web para recaudar los fondos necesarios. Se volcaron en las redes sociales para conseguir la mayor difusión posible, incluso lograron donaciones muy altas.

En solo cuatro meses, los vecinos de Powderhorn Park recaudaron 275 mil dólares para Taylor. Monto suficiente para comprar su casa y cubrir las reparaciones. El 30 de junio, Linda compró oficialmente su casa, gracias la bondad de sus vecinos.

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Mientras tanto, Linda Taylor dice que organizará barbacoas y preparará de cenar a cualquier vecino que quiera visitarla como una forma de retribuir en algo la generosidad de sus amigos. “Sabía que mis vecinos me amaban, pero no sabía cuánto”, sentenció Taylor.

Fuente: La cara buena del mundo