Oscurece América Latina: países enfrentan su peor crisis energética en años. LATAM enfrenta cortes de luz que superan las 20 horas, olas de calor extremas que aumentan el consumo eléctrico y reducen las lluvias, demoras en nuevos proyectos, infraestructura obsoleta y una falta alarmante de inversión. Todo esto ha puso en jaque a los sistemas eléctricos de al menos 12 naciones de la región.
Esta “bomba de tiempo” ya está explotando. Mientras algunos países enfrentan apagones diarios, todos comparten un mismo problema: una red frágil, no preparada para los efectos del cambio climático ni respaldada por políticas públicas eficientes.
Colombia, por ahora, se mantiene fuera del colapso gracias a un modelo energético sólido implementado hace tres décadas. Sin embargo, expertos advierten que si no se desarrollan pronto nuevos proyectos, el país podría sufrir racionamientos a partir de 2027, sobre todo si se repiten fenómenos como El Niño.

Colapso inminente
Ecuador y Cuba viven los peores escenarios: en el primero, los cortes eléctricos diarios ya afectan la economía con millones de dólares en pérdidas por hora, y obligaron a suspender clases y jornadas laborales. En Cuba, los daños a su principal planta termoeléctrica y una red envejecida han dejado a la mitad del país sin luz.
Argentina y Brasil también están en alerta. Con veranos cada vez más extremos, sus redes están al borde del colapso. Argentina implementa cortes voluntarios para evitar un apagón, mientras Brasil apuesta por aumentar su capacidad térmica, a pesar del costo ambiental.
En Bolivia, la caída del 40% en la producción de gas en la última década transformó al país de exportador energético a dependiente de costosas importaciones. La falta de planificación energética ahora pasa factura en toda la región.
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en europa también sucede
El 28 de abril de 2025, un apagón masivo afectó a España, Portugal y partes del sur de Francia, dejando a millones sin electricidad durante casi 10 horas. Este evento paralizó servicios esenciales como trenes, metros, hospitales, telecomunicaciones y semáforos, generando caos en las principales ciudades.
Aunque la investigación continúa, las autoridades descartaron un ciberataque y apuntan a una serie de fallos técnicos en la gestión de la red eléctrica como causa probable. Sin embargo, el contexto de crisis ambiental sí influye indirectamente en la situación energética general: la creciente demanda eléctrica por olas de calor, la presión para descarbonizar las matrices energéticas y la falta de inversión en redes modernas y resilientes son parte del problema más amplio que vive no solo Europa, sino también América Latina y otras regiones.