Es impensable una cocina sin un jarrón para la sal. Esto ha sido así por siglos y probablemente seguirá siendo asó por siempre. Pero, el exceso de tiene consecuencias indeseables sobre el cuerpo, como incrementar el riesgo de sufrir un ACV o de desarrollar insuficiencia cardíaca, entre muchos otros.

Entonces, nos encontramos con una gran encrucijada para los amantes del sabor de la sal: dejar atrás estos riesgos o dejar de consumir sal y comer alimentos con un sabor muy simple.

Según la escuela de medicina de Harvard, el adulto promedio consume 3.400 mg de sodio al día, mucho más de los 2.300 recomendados y, sugiere que el incremento de las enfermedades cardiovasculares es en parte, debido a este consumo. Según la OMS, en el mundo existen unas mil millones de personas hipertensas, especialmente en Asia, donde la comida es excesivamente salada.

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Aunque el sodio es importante para la salud, es necesario saber que todo en exceso genera efectos indeseables. Por eso, la Universidad de Harvard ha querido mostrarnos una gran manera de reducir el sodio en nuestro sistema, sin quitarle sabor a la comida.

Se trata del potasio, mineral opuesto al sodio y que puede liberarnos de él. El potasio se encuentra en alimentos como las bananas, naranjas, melón, damasco, pomelo y pasas, así como en el brócoli, la zanahoria, la berenjena, la calabaza y el zucchini.

Una de las razones por las que consumimos sodio sin darnos cuenta es el pan, que no es que sea demasiado salado, sino que lo comemos demasiado, frecuentemente acompañado de salsas y queso, otras bombas de sal.

Entonces, ¿cómo podemos reducir el consumo de sal e incrementar el del potasio?

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El primer paso es tratar de incluir alimentos con potasio en tu dieta diaria, puede que ya incluyas algunos sin saberlo. Pero además necesitarás estar atentos a los alimentos que comes con frecuencia, que son sumamente altos en sal.

Algunas comidas de ciertos restaurantes o puestos de comida rápida pueden tener hasta 3 veces el límite diario en una sola porción, por lo que debes informarte sobre las comidas que frecuentemente tienen exceso de este mineral. Los alimentos procesados suelen caer en esta categoría, así que consúmelos con precaución.

También puedes recurrir a opciones naturales para condimentar tus comidas, como las hierbas, las espinacas o raíces (ajo, gengibre). También puedes consumir vinagre pimienta negra, canela, cúrcuma o jugo de limón.

Las opciones son ilimitadas, y pronto notarás que tu cocina se verá sumamente enriquecida por las nuevas adiciones.

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VIX

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