Cuando se habla de las diversas clases de frutas, se toman en cuenta las frutas secas. A su vez, dentro de este grupo están lo que todos conocen como frutas deshidratadas. Estas al haber perdido la mayor cantidad de agua de su contenido, se conservan por mucho tiempo. Pero además de eso, también son un alimento muy sano. Debido a esto hablaremos acerca de, por qué se deberían incluir las frutas deshidratadas en la alimentación.

Frutas deshidratadas: ¿Qué son?

¿Por qué incluir frutas deshidratadas en la alimentación?

Las frutas deshidratadas, conocidas también como frutas desecadas, son frutas como cualquiera de las que se compran todos los días en un supermercado. Con la diferencia de que tienen que pasar por un procedimiento de deshidratación muy intenso, el cual es empleado para extraer toda el agua que estos alimentos contienen.

A pesar de que se realice un procedimiento como este, las frutas deshidratadas mantienen todas sus propiedades y sus vitaminas. Ofreciendo los mismos beneficios, como si se tratara de las frutas que están frescas.

Puede que este procedimiento parezca algo muy novedoso, pero la verdad es que se ha utilizado desde hace muchos años en las zonas rurales. Desde tiempos antiguos estas áreas habían sido afectadas por la economía, al igual que por las características geográficas. Por lo tanto, los habitantes de esos lugares desecaban los alimentos, con el objetivo de alargar su duración, lo cual les daba la oportunidad de consumirlos en condiciones óptimas, por tiempos prolongados.

Una vez que se logra extraer toda el agua que está en las frutas, pierden hasta un 20% del peso total que tenían originalmente. Deteniendo también la proliferación de las bacterias que se encargan de la descomposición, logrando que estos alimentos fueran capaces de sobrevivir a un ambiente más seco.

El objetivo principal que se logra a través de la deshidratación de las frutas es conservar la mayoría de sus propiedades y colores. Para realizarlo, se utilizan algunas sustancias específicas como por ejemplo el azufre o también el sulfito. Siendo este un motivo para evitar el consumo de frutas deshidratadas si se sufre de asma.

Las frutas deshidratadas y sus propiedades

¿Por qué incluir frutas deshidratadas en la alimentación?

Se trata de un alimento que contiene muchos hidratos de carbono, que se encuentran en estructura de sacarosa, glucosa y fructosa; los cuales son componentes que le otorgan ese sabor dulce, y representan una excelente fuente de energía para el cuerpo.

Así mismo, las frutas deshidratadas contienen mucha fibra, siendo una característica que mejora el tránsito dentro del intestino. Sumando también el hecho de que ayuda a disminuir los niveles de colesterol, logrando que dicho componente sea liberado lentamente dentro de la sangre. En su mayoría, las frutas desecadas tienen un gran contenido de hierro. Sin embargo, en el caso de los higos y de los albaricoques desecados, ofrecen mayores cantidades de hierro.

Poseen notables cantidades de calcio, y también ofrecen generosas cantidades de potasio, el cual es considerado un diurético y un depurativo. Por último, es importante señalar su importante contenido en betacarotenos, los cuales han sido considerados por los expertos como potentes antioxidantes.

Beneficios que ofrece el consumo de frutas deshidratadas

¿Por qué incluir frutas deshidratadas en la alimentación?

Incluir las frutas deshidratadas dentro de la alimentación ofrece muchos beneficios con respecto a la salud, entre los cuales se encuentran los siguientes:

Ofrecen energía: lo que convierte a estos alimentos en los snacks perfectos para aquellas personas que desean hacer actividad física extra. Como en el caso de los ciclistas, los excursionistas, entre otros.

Son alimentos depurativos: debido a su elevado contenido de potasio y de fibra, dan como resultado un efecto laxante. Ayudando así a mantener limpio todo el sistema digestivo.

Regeneran y a su vez estimulan el sistema nervioso: esta característica se debe a las importantes cantidades de vitamina B1 y de vitamina B3.

Antioxidantes: algunas frutas deshidratadas contienen más betacarotenos que otras, y esta es una sustancia que al estar dentro del cuerpo se transforma en la vitamina A. La cual es muy importante para mantener en buen estado la piel. Pero también mejora el estado de la mucosa, al igual que de la retina y sirve para proteger a las células de los daños provocados por los radicales libres.

Acciones antianémicas: su alto contenido de hierro convierte a estas frutas en potentes alimentos para combatir la anemia.

Remineraliza la estructura ósea: especialmente el higo seco, ya que al ser desecado se incrementa la concentración de calcio en sus elementos. Ofreciendo hasta 190 miligramos de calcio por cada porción de 100 gramos de higo. Muy distinto a consumirlo fresco, puesto que solamente ofrece 54 miligramos.

Además de esto, es importante resaltar los beneficios que ofrece el consumo de las frutas deshidratadas, especificando algunas de ellas:

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Papaya

Cuando las papayas pasan por un procedimiento de deshidratación, son capaces de ofrecer buenas cantidades de potasio, de ácido fólico, al igual que de vitaminas K, A y E. También son un gran aporte de hidratos de carbono, de fibra dietética, al igual que cantidades moderadas de proteína.

Normalmente se utiliza un método de secado osmótico, el cual se basa en sumergir trozos de papaya dentro de un almíbar bastante concentrado. Provocando que dicha fruta pierda todo su contenido líquido.

Una vez que a los trozos de fruta se les retira las cantidades excesivas de líquido, se colocan dentro de un horno desecador por 3 horas. Siendo este un proceso que ayuda a mantener la calidad sensorial que posee la papaya.

Arándanos rojos

jugo de arándanos

Se trata de unas pequeñas bayas que poseen un agradable sabor entre dulce y ácido. Consumir estas frutas desecadas con regularidad, ayuda a combatir problemas de salud como la cistitis. Aunque se ha demostrado que podrían ser muy efectivas en caso de cólicos, al igual que de prostatitis. La característica que identifica a los arándanos rojos, es su pigmentación natural que funciona como un antioxidante.

De igual manera, estos pigmentos actúan como carotenoides y como antocianos, ejerciendo poderosas funciones antisépticas, al igual que antibióticas. Contienen ácido quínico, siendo esta una sustancia que vuelve más ácida la orina; favoreciendo así la limpieza dentro de los riñones, y disminuye las posibilidades de que se formen cálculos o se produzca litiasis.

Plátano

Para elaborar este tipo de frutas deshidratadas, normalmente se colocaban las mitades del plátano o el plátano entero a secar al sol. En la actualidad, este es un proceso que se realiza dentro de un horno desecador. Otra de las variantes que existe para desecar plátano, es colocarlo dentro de almíbar, después se utiliza un secado con aire, y después se cubren con chocolate los trozos que están secos.

Este es uno de los alimentos que más proporciona energía de forma natural, contiene mucho calcio y también grandes cantidades de hierro. Además de eso, ofrece hasta un 10% de proteínas, siendo este un porcentaje bastante importante para un alimento vegetal.

Melocotones secos

De la misma forma que ocurre con el anterior, los melocotones secos son unos trozos de fruta que han sido colocados a secar al sol o al aire. Prologando tanto su sabor como su dulzor, lo cual se puede aprovechar muy bien cuando el ambiente es muy caluroso. Ofrecen importantes beneficios para la piel, debido a su excelente aporte de vitamina A. Sumando también su contenido de vitamina B3, al igual que de minerales como por ejemplo el hierro y el magnesio.

Cuando se trata de recuperar la energía perdida después de una rutina de ejercicio, los melocotones secos son las mejores frutas que sirven para recuperar energía.

¿Cómo incluir las frutas deshidratadas dentro de la alimentación?

¿Por qué incluir frutas deshidratadas en la alimentación?

A pesar de que las frutas deshidratadas son alimentos en su mayoría dulces, poseen una gran versatilidad al momento de acompañar las comidas. Evidentemente son perfectas para la elaboración de platos dulces, pero adquieren un gran protagonismo cuando se trata de comidas saladas.

Tienen un sabor intenso, donde predomina el dulce. Esto hace que sean alimentos perfectos para preparar postres, sin importar que se traten de acompañantes o de ser el plato principal. Incluso podrían usarse las frutas desecadas para sustituir el azúcar de alguna preparación. Ofreciendo un matiz de sabor totalmente distinto, pero muy agradable al paladar.

Con respecto a las preparaciones saladas, se tratan de alimentos que se pueden aprovechar al máximo. Existen variedades de recetas donde estas frutas son las protagonistas, como por ejemplos verduras rellenas. Aunque también podrían representar una excelente guarnición, o como un complemento para incluir dentro de las ensaladas.

Otras preparaciones saladas que funcionan muy bien con las frutas deshidratadas, son los arroces, los guisados o incluso los estofados. También hay recetas donde se utilizan estos alimentos para preparar salsas, que servirán como aderezo en carnes o en pastas. Como es posible observar, son muchas las opciones que existen para incluir alimentos como estos dentro de la dieta. Y así disfrutar mucho más los beneficios que son capaces de ofrecer.

Es importante señalar que algunas de estas frutas necesitan estar un tiempo en remojo, para poder utilizarlas con mayor facilidad. Sobre todo cuando se trata de las ciruelas, las uvas pasas o también de los melocotones desecados.

Fuente:

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