Una de las mayores preocupaciones de quienes se preocupan por el ambiente es el uso exagerado de plástico. Y es que, debido a la versatilidad de este material, es altamente utilizado por las personas en una gran variedad de actividades.

Sin embargo, el plástico está diseñado para ser desechado luego de un uso, en la gran mayoría de las veces. Esto lleva a la acumulación de basura plástica a una velocidad impresionante.

Frente a este escenario, la gran pregunta es: ¿dónde va a parar toda esta basura plástica?

Una revelación muy preocupante

Una gran parte de nuestra basura plástica va a dar a los océanos, pero esto ya lo sabíamos desde hace un tiempo. Asimismo, nuevos estudios en lo que se refiere a esta problemática han hecho una revelación que resulta bastante preocupante.

La imagen de gaviotas y otras aves que viven cerca de los océanos muertas ha sido recurrente desde hace tiempo. Estas aves confunden el plástico con peces, que son su principal fuente de alimentación, y lo ingieren. Esto, como es de esperarse, afecta su salud, hasta causarle la muerte ante la imposibilidad de que su sistema digestivo procese este tipo de materiales.

Investigadores de la Universidad de Florida Central de Estados Unidos estudiaron a decenas de aves, tanto terrestres como marinas, entre ellos halcones, águilas y búhos; habitantes del centro de Florida que estaban muy enfermas, por lo que murieron poco después de ser recuperadas.

Estos animales fueron disecados, para estudiar a profundidad su tracto gastrointestinal. En el organismo de todas y cada una de estas aves fueron encontrados microplásticos. Así, los resultados fueron contundentes, concluyentes y muy alarmantes.

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¿Cómo afecta esto a los ecosistemas?

La naturaleza, en gran medida, es un sistema complejo y perfecto. Es por ello que la extinción de individuos de este ecosistema genera tanta preocupación. Así, las aves de rapiña son necesarias para el sistema de la naturaleza. Gracias a estos animales, es posible mantener a raya el crecimiento de la población de otro tipo de animales; por ejemplo, roedores, que pueden generar plagas que afectarían mucho a otros animales y al hombre.

Estos estudios comprueban cómo todas las aves corren peligro de ingerir plástico, pero las aves más afectadas son las que se alimentan del ecosistema marino; debido a la gran concentración de plástico en estos espacios. Estas aves, muchas veces, no tienen la posibilidad de diferenciar entre peces o algas marinas de los desechos de plástico que los perjudican; por lo que la alimentación se convierte en un verdadero problema.

Somos los seres humanos los que debemos encontrar la solución a esta problemática. Si no se aplican medidas efectivas ahora misma, una gran cantidad de aves seguirán muriendo al ingerir plástico. Estos animales están ingiriendo diariamente cientos de pequeñas piezas de plástico, que en corto plazo le afectarán.

Al continuar con esta situación, es muy difícil conocer predecir los alcances de esta problemática. Lo cierto es que somos nosotros los responsables de esta grave situación que está afectando a la población de aves en el mundo y sobre todo en los lugares con mayor población.