Groenlandia es una enorme región del Ártico, la isla más grande del mundo, que suele estar siempre helada. Pero como las temperaturas en el extremo norte suben más deprisa que en la mayoría de los demás lugares, sus enormes capas de hielo se están fundiendo en un océano que se calienta.

Un estudio reciente mostró que Groenlandia registra el clima más cálido de los últimos 1000 años. El deshielo resultante en el Árticofue responsable del 40 por ciento de la subida del nivel del mar en 2019.

Los científicos temen que el glaciar Petermann de Groenlandia se esté rompiendo. Situado al borde del océano, su retroceso expondrá las enormes capas de hielo que hay tras él al calentamiento del agua oceánica. Los investigadores que han estudiado el glaciar afirman que el aumento previsto del nivel del mar podría duplicarse.

El rápido retroceso de la mayor capa de hielo del planeta será aterrador para las islas y zonas costeras bajas, vulnerables a la subida del nivel del mar. Pero en la propia Groenlandia, la desaparición del hielo significaría una pérdida de hábitat para la fauna local, como focas, osos y morsas.

En la región polar meridional, la Antártida, el hielo marino aumentaba de tamaño en torno a un 1 por ciento por década desde los años setenta hasta el 2014. Pero el año pasado el hielo se situó en el nivel más bajo jamás registrado.

Se teme que el glaciar Thwaites, del tamaño de Florida y el mayor trozo de hielo del planeta, esté empezando a resquebrajarse debido al calentamiento de las aguas antárticas. Pero la región polar meridional está tan aislada que los científicos aún intentan averiguar hasta qué punto podría empeorar.

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¿Por qué se derrite tan rápido el Ártico?

Durante los cuarenta y tantos años transcurridos entre 1979 y 2021, el Ártico se calentó cuatro veces más que el resto del planeta,según los científicos. Por eso no es de extrañar que dos tercios del deshielo mundial se produzcan en Groenlandia, según confirman ahora los investigadores.

Es tan grave que se espera que la mayor parte de la capa de hielo de Groenlandia se derrita si la temperatura global aumenta 1,6 grados con respecto al inicio de la industrialización. Si eso ocurre, el nivel del mar podría subir siete metros. Ahora mismo estamos en torno a 1,2 grados.

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El rápido retroceso de la mayor capa de hielo del planeta pondrá en peligro las islas y zonas costeras bajas.

Se cree que el Ártico se calienta más rápido que la Antártida porque hay mucha más agua circundante en la región durante el verano y el otoño, cuando disminuye el hielo marino. Este agua absorbe la luz solar a diferencia del hielo, que la refleja y, como consecuencia, el océano se calienta.

Dado que el Ártico es un océano y está formado en su mayor parte por hielo marino, también se ha visto más afectado por el aumento de las temperaturas oceánicas que la Antártida, que está formada en su mayor parte por tierra cubierta de hielo. Además, las corrientes oceánicas del Océano Antártico tienden a traer aguas frías profundas que mantienen la región relativamente fría. Aun así, el deshielo en la Antártida ha aumentado un 65 por ciento respecto a la década de 1990.

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Los glaciares de montaña también están desapareciendo

Los glaciares polares no son la única víctima del calentamiento global causado en gran parte por la quema de combustibles fósiles que emiten gases de efecto invernadero.

Los glaciares de montaña del mundo, que suman unos 200.000, se están derritiendo mucho más rápido de lo que pueden acumularse en la actualidad. El problema es que, aunque sólo cubren menos del 0,5 por ciento de la superficie terrestre, estas "torres de agua" proporcionan agua dulce a una cuarta parte de la población mundial.

Los glaciares también alimentan los ríos que riegan los cultivos de los que dependen cientos de millones de personas en Asia, Sudamérica y Europa para sobrevivir. Sin ellos, muchas personas padecerán sed y hambre.

Los científicos afirman que el retroceso de los glaciares de montaña ha puesto a casi 2.000 millones de personas en riesgo de escasez de agua. Ciudades sudamericanas como Santiago de Chile han visto cómo gran parte de su suministro de agua potable se agotaba a medida que retrocedían los glaciares de la cercana cordillera de los Andes.

Fuente: DW.