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El ecosistema marino antártico sufre un deterioro acelerado debido al aumento del turismo, la pesca y el tránsito de embarcaciones.

Un estudio revela un laberinto de barrancos oceánicos bajo el hielo de la Región polar sur, clave para la circulación oceánica.

Un paisaje blanco manchado de rojo en el extremo sur del planeta despertó asombro y preocupación; es un fenómeno natural que puede empeorar el deshielo.

Una coloración roja tiñe el hielo antártico y despierta preocupación. ¿La causa? Un alga microscópica que florece con el calentamiento global.

Este hallazgo es un llamado de atención urgente para reforzar estrategias de reducción de residuos y protección de ecosistemas.

El calentamiento global está generando un derretimiento acelerado en los glaciares, lo que podría desestabilizar volcanes ocultos bajo el hielo. n

Este hallazgo refuerza la necesidad de mitigar el cambio climático global. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, proteger los ecosistemas y realizar investigaciones más profundas sobre la interacción entre los fenómenos naturales son pasos esenciales para enfrentar la situación.

El Océano Austral se localiza en derredor de la Antártida. Un espacio acuático superlativo para la biodiversidad. Pero, hay más: lo que sucede en este océano tiene impacto en los mares del mundo.

¿Cómo imaginamos la Antártida? Como un lugar frío, blanco, de nieves y hielos eternos. Empero, el cambio climático está haciendo cambios, haciendo que ahora haya sitios con vegetación en la Antártida.

¿Te imaginas dar clases en el hielo, a temperaturas bajo cero y en la Antártida? Así es la historia de de Fabián Juárez, quien durante tres años enseñó en la escuela “Presidente Raúl Ricardo Alfonsín”.

De la expedición participó un equipo de geólogos alemanes. Este curso fluvial tiene una extensión de 1600 kilómetros y confirma el confirma el calentamiento global.

Las conclusiones de científicos de EEUU y el Reino Unido. Entender cómo han cambiado las corrientes marinas debido al deshielo en el polo sur.

Una rara abertura de agua en mitad de la Antártida apareció por primera vez en 1974. Tras medio siglo de desconcierto, un grupo de investigadores resuelve el origen de este rompecabezas.

Una reciente expedición científica reportó un terrible hallazgo: contabilizaron los cuerpos de 532 pingüinos en la Antártida. Se sospecha que hay muchos más aves de este tipo sin vida.