Desaparecido por más de 3 décadas: el lagarto que engañó al planeta responde a una especie que se creía extinta y fue redescubierta en un cañón remoto por dos investigadores decididos a resolver un enigma de conservación.
Durante más de tres décadas, su existencia estuvo envuelta en dudas. ¿Había desaparecido para siempre? ¿O acaso nunca fue una especie real? Pero ahora, el geco plano del río Blyde Rondavel, un pequeño reptil endémico de Sudáfrica, fue visto nuevamente tras 34 años sin rastros.
El hallazgo fue anunciado por la organización Endangered Wildlife Trust, que confirmó que los investigadores Darren Pietersen y John Davies lograron redescubrir al geco en el mismo lugar donde fue avistado por primera vez en 1991: un cañón remoto en la provincia de Mpumalanga. Para llegar, tuvieron que ser transportados en helicóptero hasta esta zona inaccesible del noreste del país.
¿Extinto o mal identificado?
La historia de este pequeño lagarto no es común. Solo se habían registrado dos ejemplares masculinos hace más de tres décadas, y desde entonces no se volvieron a encontrar. Algunos científicos comenzaron a dudar de su existencia como especie independiente, pensando que tal vez se trataba de jóvenes de otro tipo de geco.
Esta incertidumbre lo convirtió en una “especie perdida”, un término que se utiliza cuando no hay registros en al menos diez años. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo había clasificado como “con datos insuficientes”, dejando en el aire su estatus real.
“Me molesta tener una especie sobre la que no se tienen datos suficientes”, confesó Pietersen. “Siempre me interesaron aquellas que son difíciles de encontrar o poco conocidas”.
Una expedición de alto riesgo
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El operativo no fue sencillo. Se necesitaron más de dos años de preparación y múltiples solicitudes de permisos antes de lograr concretar la expedición. El objetivo: volver al sitio original y buscar pistas que confirmaran si el geco aún existía… o si alguna vez lo hizo.
Finalmente, el mes pasado, en condiciones extremas de acceso y exploración, encontraron varios ejemplares vivos, lo que no solo confirma su existencia, sino que le devuelve a la ciencia la oportunidad de estudiarlo y protegerlo. Este redescubrimiento no solo representa un éxito científico, sino también una señal de esperanza para otras especies consideradas “perdidas” o en peligro crítico. Además, refuerza la importancia de preservar ecosistemas remotos que aún pueden albergar secretos biológicos.
Características del geco plano del río Blyde Rondavel
El geco plano del río Blyde Rondavel, recientemente redescubierto en Sudáfrica, presenta un cuerpo plano y alargado, una adaptación perfecta para esconderse en las grietas de las formaciones rocosas de su hábitat natural. Su coloración varía entre marrón y gris, con patrones moteados que le brindan un camuflaje eficaz contra los depredadores. Este pequeño reptil cuenta además con dedos provistos de láminas adhesivas, lo que le permite trepar con facilidad por superficies verticales.
Habita en zonas rocosas de difícil acceso, caracterizadas por un clima seco y escasa vegetación. De hábitos nocturnos, el geco es insectívoro, alimentándose principalmente de pequeños invertebrados. Su comportamiento es extremadamente esquivo y tímido, lo que explica por qué permaneció sin ser visto durante más de tres décadas.