Llegó el otoño, una de las estaciones preferidas para muchas personas. La combinación de colores deslumbra, y donde sea que miremos es una postal para guardar en la memoria.

Con el otoño también llega la caída de las hojas y, para muchos, la magia se transforma en molestia por el trabajo que lleva juntarlas y mantener el patio, el balcón y/ o las veredas limpias.

Años atrás, se acostumbraba a quemar las hojas secas, era casi una tradición en esta estación. Muchas personas de generaciones mayores recordarán en más de una oportunidad rastrillar las hojas ayudando a los abuelos o padres, para luego prenderlas fuego junto al cordón de la vereda, controlando que no se desborde el fuego. También era una práctica habitual de los jardineros, una mala costumbre que todavía algunos practican, por cierto.

Afortunadamente, esto cambió de la mano de la concientización sobre el cuidado del ambiente. En esta nota te explicamos el por qué, y también los beneficios que aportan las hojas secas.

[También te puede interesar: ¿Qué es el wish-cycling y por qué deberíamos evitarlo cuando reciclamos?]

¿Por qué no debemos quemar las hojas secas?

Las plantas cumplen con la función de purificar nuestro ambiente dado que sus hojas retienen muchas sustancias tóxicas. Si quemamos las hojas secas, en el proceso de combustión, estas sustancias son liberadas nuevamente al ambiente y producen otras, como la dioxina o el furano, que son Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) y muy peligrosos para la salud de las personas, principalmente para los niños. Es decir, al quemarlas no solo contaminamos el medio ambiente, sino también perjudicamos la salud de las personas. Al contaminarse el aire, el humo que respiramos es altamente tóxico, irrita el sistema respiratorio y la piel, y puede ocasionar daños severos para las personas con padecimientos pulmonares. Además, puede expandirse el fuego y generar incendios con grandes pérdidas.

hojas
Al quemarlas no solo contaminamos el medio ambiente, sino también perjudicamos la salud de las personas.

Beneficios de las hojas secas

Las hojas secas son uno de los alimentos más importantes de la naturaleza. Son materia orgánica que alimentan plantas y árboles, nutren los suelos y a los organismos que habitan en él. Conservan la humedad y protegen a las raíces; e insectos y animales pequeños suelen refugiarse en ellas.

Las hojas caídas contienen hasta un 80% de los nutrientes que un árbol absorbe durante la temporada de crecimiento. Al permitir su descomposición en el césped o macetas, devuelven sus nutrientes al suelo, donde son reabsorbidos por las raíces y serán utilizados para la nueva temporada de crecimiento.

No las barras. No las tires como si fueran basura. Mejor depositalas en un parque, jardín o macetas para que se reintegren a la naturaleza. No rompas el ciclo natural de la vida. Sirven para proteger del frío y las heladas al césped y a las plantas. Colocarlas sobre el césped, jardín o macetas aportará nutrientes a las raíces.

Amontonarlas en un rincón y humedecerlas, evitará que se vuelen por el viento y acelerará su descomposición. De esta manera se estará abonando el suelo de una forma simple y sencilla. Una buena práctica es el compostaje.

[También te puede interesar: Residuos electrónicos: una deuda pendiente a nivel global.]

Y si pese a toda esta información decidís barrer y tirar las hojas, ¡no las quemes! Ponelas en una bolsa solas, sin otros residuos, para qué otras personas puedan darle el uso que detallamos en la nota y asi seguir su ciclo natural.