El hongo oculto que pesa más que 30 mil toneladas tiene miles de años- el Armillaria ostoyae, también conocido como “hongo de miel”, no es simplemente un conjunto de setas que aparecen en el bosque. En realidad, todas esas setas visibles en la superficie son solo los cuerpos fructíferos, equivalentes a los frutos de un árbol.

La verdadera entidad está bajo tierra: una red de filamentos llamada micelio, que se extiende durante kilómetros y conecta a todo el organismo como si fuera uno solo.

El ser vivo más grande de la Tierra

Este hongo ostenta el récord de ser el organismo más grande del planeta. Su colonia más famosa, ubicada en el Bosque Nacional de Malheur, en Oregón (Estados Unidos), cubre unas 965 hectáreas (8.9 km²), equivalente a más de 1 350 canchas de fútbol.

Se calcula que tiene una edad mínima de 2 400 años y un peso estimado de entre 6 800 y 31 750 toneladas, lo que lo convierte en uno de los seres vivos más longevos y pesados conocidos.

Los animales menos atractivos, olvidados en la conservación

El Armillaria ostoyae, también conocido como “hongo de miel”, no es simplemente un conjunto de setas que aparecen en el bosque. (naturephoto cz.com)
El Armillaria ostoyae, también conocido como “hongo de miel”, no es simplemente un conjunto de setas que aparecen en el bosque. (naturephoto-cz.com)

ADN que demuestra que es un solo organismo

Los estudios genéticos han confirmado que todas las setas visibles pertenecen al mismo clon, es decir, comparten el mismo ADN. Esto significa que, aunque a simple vista parezca que hay miles de hongos distintos, en realidad forman parte de un único organismo biológico colosal.

Nuevos descubrimientos: virus que atacan al hongo gigante

Un estudio reciente realizado en la República Checa ha revelado la presencia de mycovirus que infectan tanto al Armillaria ostoyae como a su pariente A. cepistipes.

Los investigadores identificaron cinco virus de ARN monocatenario, entre ellos miembros de la familia Tymoviridae y del grupo “ambivirus”.

Potencial para el control biológico

Este hallazgo abre una puerta muy interesante: la posibilidad de usar estos virus como agentes de biocontrol para limitar la propagación del hongo en los bosques. Dado que el Armillaria puede convertirse en un patógeno forestal agresivo, los virus podrían ofrecer una alternativa más sostenible frente a los fungicidas químicos, ayudando a proteger los ecosistemas sin dañar el ambiente.

El hongo de miel de Oregón es una verdadera maravilla de la naturaleza: un organismo subterráneo gigantesco, milenario y vital para los bosques. Con los avances científicos, ahora también se lo estudia como un desafío de manejo forestal y una oportunidad para aplicar soluciones biológicas innovadoras.