Colibríes machos desarrollan picos como armas: una investigación reciente demuestra que las aves masculinas del ermitaño verde Phaethornis guy no solo usan su pico para alimentarse, también lo emplean como un arma afilada durante enfrentamientos por territorio y apareamiento.
La forma del pico: mucho más que alimentación
Durante años se creyó que la morfología del pico en los colibríes respondía únicamente a la obtención de néctar. Sin embargo, un estudio publicado en Journal of Experimental Biology reveló que, en los machos del ermitaño verde, su estructura cumple un rol clave en el combate: picos más rectos, largos y con una punta afilada que funciona como una daga natural.
Los investigadores demostraron que esta forma otorga una ventaja biomecánica durante peleas por territorio dentro del lek, el espacio donde los machos se exhiben para atraer a las hembras.
Dimorfismo sexual: por qué los machos tienen picos “armados”
Aunque el dimorfismo sexual en colibríes es común, los ermitaños presentan un patrón invertido: los machos tienen picos más largos y menos curvados que las hembras. Además, la punta se vuelve más aguda y rígida, lo que sugiere que la selección sexual favorece a los machos capaces de imponerse físicamente.
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Cómo se hizo el estudio: modelos 3D y análisis biomecánico
El equipo analizó 8 machos y 8 hembras del Museo Burke (Seattle), generando modelos tridimensionales de alta resolución mediante fotogrametría y hasta 480 imágenes por espécimen.
Los investigadores midieron curvatura, longitud, superficie, forma de la punta y rigidez estructural. Luego realizaron simulaciones de fuerzas de apuñalamiento utilizando tomografías computarizadas (CT) para replicar los combates reales.
Qué revelaron los resultados: los machos atacan mejor
El estudio encontró diferencias contundentes:
- La punta del pico en machos es 69% más afilada que en hembras.
- La rigidez es mayor: 52% menos energía necesaria para deformarse.
- Riesgo de fractura más bajo: tensiones reducidas en hasta 39%.
- Permite ataques más eficientes, incluso cuando varía el ángulo del golpe.
Conclusión: los machos pueden atacar con más potencia y flexibilidad, aunque con menor precisión, lo que es útil en duelos rápidos y agresivos.
La punta del pico como arma especializada
Las simulaciones biomecánicas indican que el pico masculino está optimizado para transmitir fuerza sin romperse. Esto concuerda con observaciones previas en otras especies del mismo clado, donde se vio que los machos llegan a apuñalar a sus oponentes en la garganta durante las disputas territoriales.
Implicancias evolutivas: pelea, territorio y cortejo
Los patrones morfológicos revelan que:
- Los machos territoriales poseen picos más rectos y afilados.
- Los machos “flotadores” (no territoriales) tienen picos intermedios.
- La selección intrasexual —competencia entre machos— habría moldeado la forma del pico a lo largo de la evolución.
Además, los investigadores plantean una hipótesis clave: la morfología del pico en las hembras no se vuelve tan afilada porque podría dañar a los polluelos durante la alimentación, lo que limitaría esta adaptación.
Tecnología 3D: una nueva forma de estudiar a las aves
El uso de técnicas como fotogrametría, CT scan y análisis de elementos finitos abre una nueva línea de investigación: entender cómo se relacionan la forma, la rigidez y las funciones múltiples del pico, tanto para alimentarse como para pelear.
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