Innovador: emprendimiento argentino convierte trigo en sorbetes- dos jóvenes emprendedores crearon la primera fábrica de Latinoamérica que produce pajitas biodegradables a base de cereal.
Sorbetes de trigo: la alternativa sustentable al plástico
Francisco Ben y Franco De Stéfano, dos jóvenes argentinos, lanzaron “Paja”, un proyecto innovador que convierte el rastrojo de trigo en sorbetes 100% vegetales. Se trata de la primera empresa en Latinoamérica en fabricar este producto, que busca reemplazar a los sorbetes plásticos prohibidos en varias provincias del país.
La iniciativa nació en 2023 y, tras un año y medio de desarrollo, salió al mercado en diciembre de 2024. El objetivo: aprovechar los residuos del trigo para ofrecer una solución práctica, ecológica y biodegradable.
Producción sustentable y 100% natural
El proceso productivo comienza con la selección del rastrojo de trigo, que luego se corta, esteriliza y envasa en cajas biodegradables. A diferencia de los sorbetes de papel, los de trigo se degradan en apenas tres meses en una compostera y, en la vía pública, desaparecen como lo haría una hoja seca.
Además, son libres de gluten, ya que la proteína está en la espiga y no en el tallo que se utiliza para fabricarlos. Esto los convierte en una alternativa saludable y amigable con el ambiente.
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Impacto social y económico
La producción de Paja se reparte entre Bragado y la Ciudad de Buenos Aires. Más de diez familias participan en la etapa agrícola en el interior bonaerense, mientras que en CABA funciona la planta de empaquetado y distribución.
Los fundadores acompañan todo el proceso, desde la siembra hasta la entrega final. Para ellos, la innovación tecnológica y el aprendizaje diario son pilares fundamentales para crecer de manera sustentable.
Un negocio en expansión
Actualmente, los sorbetes de trigo ya se venden en 16 provincias argentinas. La meta a fin de 2025 es alcanzar todo el país y, a partir de 2026, comenzar la exportación para posicionar a Paja como referente en Latinoamérica.
Las ventas se realizan en cajas de 100 y 500 unidades. Aunque su precio es mayor al de los sorbetes plásticos, su valor agregado radica en el impacto ambiental positivo y en promover un consumo responsable.
Con este proyecto, Ben y De Stéfano buscan algo más que vender un producto: quieren concientizar sobre el consumo sustentable. Su visión es clara: transformar al trigo argentino en un símbolo de innovación ecológica y abrir camino a nuevos emprendimientos verdes en la región.
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